En el artículo publicado por de la Morena et al1, los autores afirman que «en pacientes con miocardiopatía hipertrófica, la obstrucción del infundíbulo de salida del ventrículo izquierdo y el volumen auricular izquierdo son los principales factores predictivos de la capacidad de ejercicio. La ecocardiografía de ejercicio predice la capacidad funcional mejor que la ecocardiografía en reposo, si bien su potencia predictiva es inferior al 50%». Estas observaciones aportan una perspectiva de gran valor respecto a los factores que determinan el deterioro funcional en la miocardiopatía hipertrófica (MCH) y respaldan la posible utilidad de la ecocardiografía de ejercicio en la evaluación clínica de todos los pacientes con MCH. Queremos felicitar a los autores por sus esfuerzos en difundir datos sobre la utilidad de la ecocardiografía de ejercicio en el estudio de los pacientes con MCH y el muy importante esclarecimiento respecto al mecanismo de la obstrucción y la evaluación de la capacidad funcional en su estudio con la determinación del consumo de oxígeno.
Tal como afirman, los resultados obtenidos tienen una potencia predictiva inferior al 50%, y esto puede atribuirse en última instancia no sólo a los múltiples factores que influyen en la capacidad funcional en esta enfermedad, sino también al hecho de que se ha subestimado el carácter obstructivo en el paciente con MCH. Los autores evaluaron los gradientes tan sólo en decúbito lateral izquierdo antes y después del ejercicio. Tal como nosotros hemos demostrado anteriormente, el número de pacientes con obstrucción y la magnitud de esta difieren cuando la ecocardiografía se realiza en las diversas formas de ejercicio2 y si después del ejercicio los pacientes continúan estando en posición ortostática3,4.
Dimitrow y Cheng5 han resaltado recientemente la importancia de la evaluación ortostática durante y especialmente después del ejercicio, y nosotros continuamos pensando que el hecho de que el paciente esté en decúbito supino después de cualquier tipo de ejercicio carece de trascendencia clínica, ya que esto no ocurre habitualmente en la vida real.
Finalmente, según algunas publicaciones previas2,3, la evaluación ortostática antes del ejercicio detectó a algunos pacientes con obstrucción, lo que no se dio o no se describió en este artículo. La reducción de la precarga en posición ortostática es un estímulo importante para inducir la obstrucción del infundíbulo de salida del ventrículo izquierdo no sólo en la MCH, sino también en otros trastornos5,6.
Tome Esteban7, en un editorial relativo al artículo que se comenta, subrayó también la importancia de usar un protocolo que maximice los factores que causan la obstrucción en los pacientes con MCH.
Nosotros pensamos que en las futuras guías de sociedades científicas se deberá recomendar claramente una metodología uniforme que utilizar por todos los grupos que estudian y tratan a esta clase de pacientes, con objeto de establecer un lenguaje común que puedan usar todos los grupos de estudio en el futuro.