Sr. Editor:
Hemos leído con interés el artículo de Levin et al1 en el que se presenta una comparación aleatorizada entre levosimendán (LS) y dobutamina (Db) en el síndrome de bajo gasto cardiaco postoperatorio; en él se concluye la superioridad del LS frente a Db en cuanto a morbimortalidad y estancia hospitalaria.
Un aspecto clave es que, de los 68 pacientes aleatorizados a dobutamina, 45 (85,3%) se encontraban en tratamiento preoperatorio con bloqueadores beta. Tal y como expresan las Guías de Práctica Clínica de la insuficiencia cardiaca aguda2, los pacientes que reciben tratamiento con bloqueadores beta precisan mayores dosis de Db para restaurar su efecto inotrópico. Asimismo, el estudio LIDO3 —que muestra que el LS mejora los parámetros hemodinámicos en pacientes con disfunción ventricular izquierda severa respecto a la Db— concluye que el tratamiento con bloqueadores beta atenúa la acción de la Db pero no la del LS. Las diferencias estadísticamente significativas en los parámetros hemodinámicos entre LS y Db encontrados en el estudio de Levin et al pudieran deberse a la menor actividad cronotrópica e inotrópica de la Db, por encontrarse la mayoría de los pacientes en tratamiento previo con bloqueadores beta. Estas diferencias hemodinámicas en un momento tan crucial como es el bajo gasto cardiaco postoperatorio precoz (inicio de inotropo 3,5 h tras la intervención quirúrgica) pueden acabar repercutiendo en la morbimortalidad.
En definitiva, podemos concluir que la acción del LS, a diferencia de la Db, no resulta atenuada por el tratamiento con bloqueadores beta. Este aspecto es importante, ya que el LS puede considerarse un tratamiento muy apropiado en casos de disfunción ventricular izquierda severa y tratamiento concomitante previo con bloqueadores beta.