ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 61. Núm. 6.
Páginas 654-656 (Junio 2008)

Respuesta
Respuesta

Response

Surya M ArthamaHector O Venturaa

Opciones

Sr. Editor:

Hemos leído con gran interés el comentario del Dr. Salinas1 en el que cuestiona la relación paradójica entre obesidad y pronóstico de la insuficiencia cardiaca2.

A lo largo de la pasada década se han publicado numerosos estudios de cohorte en los que se ha detallado la denominada «paradoja de la obesidad» en el contexto de la insuficiencia cardiaca tanto aguda como crónica3-5. El índice de masa corporal (IMC) no es el único factor de riesgo cardiovascular (CV) convencional que tiene una influencia favorable en los pacientes con insuficiencia cardiaca, puesto que también las concentraciones elevadas de lipoproteínas de baja densidad y de colesterol total, así como los valores elevados de presión arterial, se han asociado a una ventaja de supervivencia en la insuficiencia cardiaca6-8.

Estamos de acuerdo con las ideas y las perspectivas expresadas por el Dr. Salinas respecto a este tema controvertido y reconocemos el interés de su hipótesis novedosa en cuanto a que, en la mayoría de estos estudios, no se ha introducido un control respecto a los agentes farmacológicos utilizados, y ello podría introducir una confusión en los resultados finales. Coincidimos en que la documentación de la talla, el peso, el IMC y la función renal del paciente forma parte de la prestación de una asistencia de buena calidad y en que ello es necesario para evitar errores de posología y una evolución desfavorable9.

Esta hipótesis novedosa podría ser más aplicable a los estudios realizados en el contexto agudo, cuando el paciente es atendido mientras presenta una insuficiencia cardiaca aguda descompensada o un síndrome coronario agudo, puesto que en ese momento hay una mayor tendencia a que las dosis de las medicaciones no se establezcan en proporción al peso, la talla y el IMC. Sin embargo, incluso en estas situaciones agudas, hay una inmensa cantidad de datos que señalan la existencia de una relación inversa entre obesidad y pronóstico3,10,11. Sucede, en cambio, lo contrario en los

pacientes con una enfermedad coronaria (EC) estable, en los pacientes con otros trastornos crónicos con fenómeno de «paradoja de la obesidad», como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la artritis reumatoide y la enfermedad renal en fase terminal (ERFT) y en los ancianos, en quienes es menos probable que esta hipótesis novedosa desempeñe un papel en la «epidemiología inversa»12,13.

Una razón específica que podría explicar que la «paradoja de la obesidad» se observe en una gama tan diversa de enfermedades, como la EC, la insuficiencia cardiaca, la hipertensión arterial y la dislipemia, podría ser el tratamiento enérgico que reciben los pacientes obesos. En un estudio llevado a cabo en pacientes con EC, los valores más altos del IMC se asociaron a un mejor uso del tratamiento de la EC según las directrices establecidas, y ello llevó a unas tasas más bajas de mortalidad durante la hospitalización14.

Es una observación clara y bien documentada en muchos estudios que no sólo los pacientes con un peso insuficiente son los que presentan un peor pronóstico, sino que, además, los pacientes con un peso ideal o incluso un ligero sobrepeso tienen un pronóstico peor que el de los individuos con una obesidad leve4, si bien muchos estudios han puesto de relieve un pronóstico peor en los pacientes con obesidad importante que en los que tienen una obesidad leve15. No obstante, el estudio de Lavie et al5 puso de manifiesto un pronóstico muy bueno en los pacientes con obesidad intensa y en los que tenían mayor cantidad de grasa, considerablemente mejor que el de los pacientes con menor cantidad de grasa, que estaba claro que ni siquiera se aproximaban a lo que se consideraría «caquexia». En un análisis de regresión logística, se observó que el porcentaje de grasa corporal más alto (c2 = 9,1; p = 0,002) era el factor predictivo independiente más potente para la supervivencia libre de enfermedad. Por cada 1% de aumento absoluto del porcentaje de grasa corporal en esa población, observamos una reducción > 13% en los episodios clínicos mayores5. Existen diversas explicaciones posibles de la relación inversa entre IMC y mortalidad; es crucial investigar las diferencias de posología de los agentes farmacológicos, sus efectos secundarios y su tolerabilidad en relación con el IMC. Esto podría aportar una pista parcial respecto a la explicación, y por tanto pensamos que hay clara necesidad de nuevos estudios clínicos para aclarar por completo el mecanismo que subyace a estas relaciones paradójicas, con la esperanza de que ello conduzca a nuevos tratamientos definitivos.

Bibliografía
[1]
Morales-Salinas A..
Paradoja de la obesidad o suceptibilidad del bajo peso..
Rev Esp Cardiol, (2008), 61 pp. 653
[2]
Artham SM, Ventura HO..
Insuficiencia cardiaca y la «paradoja de la obesidad»: la historia continúa..
Rev Esp Cardiol, (2007), 60 pp. 1113-7
[3]
Fonarow GC, Srikanthan P, Costanzo MR, ADHERE Scientific Advisory Committee and Investigators..
An obesity paradox in acute heart failure: analysis of body mass index and inhospital mortality for 108.927 patients in the Acute Decompensated Heart Failure National Registry..
Am Heart J, (2007), 153 pp. 74-81
[4]
Curtis JP, Selter JG, Wang Y, Rathore SS, Jovin IS, Jadbabaie F, et al..
The obesity paradox: body mass index and outcomes in patients with heart failure..
Arch Intern Med, (2005), 165 pp. 55-61
[5]
Lavie CJ, Osman AF, Milani RV, Mehra MR..
Body composition and prognosis in chronic systolic heart failure: the obesity paradox..
Am J Cardiol, (2003), 91 pp. 891-4
[6]
Horwich TB, Hamilton MA, Maclellan WR, Fonarow GC..
Low serum total cholesterol is associated with marked increase in mortality in advanced heart failure..
J Card Fail, (2002), 8 pp. 216-24
[7]
Kalantar-Zadeh K, Block G, Horwich T, Fonarow GC..
Reverse epidemiology of conventional cardiovascular risk factors in patients with chronic heart failure..
J Am Coll Cardiol, (2004), 43 pp. 1439-44
[8]
Uretsky S, Messerli FH, Bangalore S, Champion A, Cooper-Dehoff RM, Zhou Q, et al..
Obesity paradox in patients with hypertension and coronary artery disease..
Am J Med, (2007), 120 pp. 863-70
[9]
Fonarow GC..
The relationship between body mass index and mortality in patients hospitalized with acute decompensated heart failure..
Am Heart J, (2007), 15 pp. e21
[10]
Gurm HS, Whitlow PL, Kip KE..
The impact of body mass index on short- and long-term outcomes in patients undergoing coronary revascularization. Insights from the bypass angioplasty revascularization investigation (BARI)..
J Am Coll Cardiol, (2002), 39 pp. 834-40
[11]
Gruberg L, Weissman NJ, Waksman R, Fuchs S, Deible R, Pinnow EE, et al..
The impact of obesity on the short-term and long-term outcomes after percutaneous coronary intervention:the obesity paradox? J Am Coll Cardiol, (2002), 39 pp. 578-84
[12]
Lavie CJ, Mehra MR, Milani RV..
Obesity and heart failure prognosis:paradox or reverse epidemiology? Eur Heart J, (2005), 26 pp. 5-7
[13]
Horwich TB, Fonarow GC..
Reverse epidemiology beyond dialysis patients: chronic heart failure, geriatrics, rheumatoid arthritis, COPD, and AIDS..
[14]
Steinberg BA, Cannon CP, Hernandez AF, Pan W, Peterson ED, Fonarow GC..
Medical therapies and invasive treatments for coronary artery disease by body mass: the “obesity paradox” in the Get With The Guidelines database..
Am J Cardiol, (2007), 100 pp. 1331-5
[15]
Davos CH, Doehner W, Rauchhaus M, Cicoira M, Francis DP, Coats AJ, et al..
Body mass and survival in patients with chronic heart failure without cachexia: the importance of obesity..
J Card Fail, (2003), 9 pp. 29-35
¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?