Agradecemos los comentarios de Barriales-Villa et al. sobre nuestra «Carta científica»1. Coincidimos en que la interpretación de los estudios genéticos frecuentemente es compleja y que debe realizarse en centros que, como el nuestro, son referencia nacional para el estudio de las cardiopatías familiares. Nos gustaría aclarar que el estudio de causalidad de una variante genética se basa en los siguientes puntos2: frecuencia de la variante en la población, conservación de los aminoácidos en las especies, análisis predictivos informáticos, información de la variante dentro de la familia y determinación del análisis funcional.
Consultando bases de datos públicas con mayor número de sujetos (Exome Variant Server), se observa que la frecuencia de la variante G5R es de solo 7 de 8.311 (0,08%) individuos. Además, afecta a un aminoácido altamente conservado a lo largo de las especies y, en concreto, al dominio C0, que es uno de los sitios de interacción con la cadena ligera reguladora de la miosina. Se ha demostrado que puede producir alteraciones químicas ligeras3. Además, el padre, portador de la variante G5R, tiene un fenotipo de miocardiopatía hipertrófica, y el caso índice, con 2 variantes, presenta un fenotipo muy marcado. No ha sido posible ampliar dentro de la familia paterna el estudio de cosegregación, por la mala relación entre los familiares. A pesar de ello, consideramos que todos los datos aportados respaldan que la variante G5R no pueda interpretarse como un simple polimorfismo.
Finalmente, es muy importante subrayar que en un consejo reproductivo hay que ser muy restrictivo4. En caso de duda, en este contexto clínico particular una variante se debe considerar patogénica, ya que someteremos a la paciente a un procedimiento de fecundación in vitro con selección de embriones. No sería ético exponer a la paciente a un riesgo si hay alguna posibilidad de que se desarrolle miocardiopatía hipertrófica en el feto.
FINANCIACIÓNEl presente trabajo ha sido parcialmente financiado por la Red de Centros Cardiovasculares (RECAVA), apoyada por el Instituto de Salud Carlos III.