ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 61. Núm. 5.
Páginas 546 (Mayo 2008)

Respuesta
Respuesta

Response

Pere Llorensa

Opciones

Sr. Editor:

Es interesante la pregunta que los autores realizan, aunque decepcionante, porque en ningún momento la responden. Para contestarla, hubiera sido necesario conocer nuestra realidad: el enfermo con insuficiencia cardiaca aguda (ICA) en los servicios de urgencias (SU) españoles posee un perfil diferente del que se ve habitualmente en salas o consultas de cardiología, e incluso del enfermo al que van dirigidas las guías de ICA. En un reciente estudio multicéntrico realizado en España1, se concluye que los pacientes con ICA en los SU tienen una edad avanzada (población considerada especial en las guías), elevado grado de comorbilidad, deterioro funcional y social y diagnósticos previos de insuficiencia cardiaca crónica (ICC), y presentan una descompensación o progresión funcional pese a que la mayoría recibe un tratamiento farmacológico de base correcto; pese a tratarse de enfermos con ICC, la mayoría desconoce el tipo y el grado de su disfunción cardiaca, y cuando ésta se conoce, predominan tanto la disfunción sistólica como la diastólica. En menos de un 3% se realiza estudio ecocardiográfico en los SU, y menos de un 10% ingresa en salas de cardiología, lo que refleja que la ICA ocupa un lugar muy importante en los SU y, por lo tanto, el tratamiento dirigido a estos pacientes debe ocuparlo también.

Las guías de práctica clínica sobre ICA deben ser entendidas como orientaciones en el manejo de los pacientes que hemos de saber adaptar a la circunstancias de nuestro entorno, y no como dogmas de actuación independientemente del perfil del enfermo que atendemos. Nuestro protocolo de actuación coincide con las recomendaciones actuales realizadas por expertos en cardiología, medicina de urgencias y medicina intensiva en las fases iniciales de la ICA, en las que el levosimendán se administra a pacientes que se mantienen sintomáticos tras la terapia inicial convencional y en caso de shock asociado a vasopresores2,3.

En la actualidad hay más de 3.000 pacientes en ensayos clínicos aleatorizados en los que se ha demostrado la eficacia y la seguridad de levosimendán, sin contabilizar estudios observacionales y series de casos. Constituye el primer inodilatador que mejora la disfunción diastólica y las presiones de llenado del ventrículo izquierdo y aumenta la contractilidad con escaso consumo de energía, todos ellos efectos ideales para los diferentes escenarios de la ICA en los SU, independientemente del tipo de disfunción cardiaca. Por otra parte, su utilización en el shock cardiogénico está avalada por diferentes estudios y por las recientes recomendaciones surgidas por consenso de expertos2,3.

Bibliografía
[1]
Perfil clínico de los pacientes con insuficiencia cardiaca en los servicios de urgencias: datos preliminares del estudio EAHFE (Epidemiology Acute Heart Failure Emergency). Emergencias. 2008 [en prensa].
[2]
Practical recommendations for prehospital and early in-hospital management of patients presenting with acute heart failure syndromes. Crit Care Med. 2008;36 Suppl:S129-30.
[3]
Parissis JT, Farmakis D, Nieminen M..
Classical inotropes and new cardiac enhancers..
Heart Fail Rev, (2007), 12 pp. 149-56
¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?