Agradecemos los comentarios de Ozturk et al acerca de nuestra publicación titulada «Tromboembolia coronaria durante implante percutáneo de prótesis aórtica»1.
En el caso en mención, se trató de un paciente con elevado riesgo tromboembólico al que, durante la coronariografía previa al procedimiento (1 mes antes), se implantaron 2 stents farmacoactivos en la arteria descendente anterior. El paciente recibió doble antiagregación plaquetaria tras la angioplastia y, más adelante, heparina no fraccionada 100 U/kg de peso durante el procedimiento del implante percutáneo de válvula aórtica, para mantener un tiempo de coagulación activada entre 200 y 250 s. Es decir, el paciente recibió la terapia antitrombótica completa pese a su elevado riesgo hemorrágico (hipertensión arterial, nefropatía diabética y hepatopatía crónica enólica). Desconocemos si durante el procedimiento hubo fluctuaciones en el nivel de anticoagulación. Tras el implante, el paciente continuó recibiendo doble antiagregación plaquetaria. Como bien se comenta, las complicaciones tromboembólicas coronarias durante el procedimiento se presentan de manera infrecuente (alrededor del 1%2) y pueden ser catastróficas3, por lo que requieren tratamiento urgente.
Las calcificaciones presentes en el tracto de salida del ventrículo izquierdo, la propia válvula aórtica nativa y la aorta ascendente pueden dar lugar a complicaciones bien descritas4–6. En relación con ello, la embolia coronaria de material cálcico también es una posibilidad que tener en cuenta. En nuestro caso, la presencia del trombo intracoronario fue evidente con el uso del dispositivo de tromboaspiración, encaminada a eliminar el trombo intravascular, con lo que se logró una perfusión miocárdica óptima.
Casos como este refuerzan la necesidad de una terapia antitrombótica adecuada en relación con el procedimiento, así como de una monitorización por ecocardiografía transesofágica para, entre otras cosas, detectar precozmente las complicaciones que requieren tratamiento urgente.