Sra. Editora:
Recientemente se ha publicado en la Revista una «Carta al Editor»1 sobre un artículo de mi grupo2 en la que se expresaba tristeza por la falta de rigor en las referencias bibliográficas. De entrada, mi asombro fue total cuando me enteré de la existencia de esa carta al leerla en la Revista.
En cuanto a la esencia de la carta, no puedo más que aceptar la crítica y pedir disculpas. Los programas informáticos para tratamiento de las referencias son imperfectos y yo debería haber revisado las referencias una a una. En cualquier caso, parece excesivo el celo de José L. Zambrana cuando incluye «Sunol» como error. Lo cierto es que, aun queriendo a la letra eñe y considerándola como algo distintivo de nuestro idioma, el artículo se publicó en una revista escrita en inglés y figura «Sunol» como autor. Es discutible la parte de responsabilidad que José L. Zambrana atribuye a los revisores. Bastante hacen con mejorar sustancialmente los artículos enviados, de forma desinteresada. Quizá podría plantearse la figura del revisor bibliográfico en una revista de la categoría de la nuestra.
El problema de los errores en las citas bibliográficas se trata ampliamente en la literatura. El porcentaje de errores en revistas científicas muy prestigiosas es de alrededor del 30%3-5, y en algunos casos llega al 56%6. Incluso autores tan concienciados en este tema como José L. Zambrana están dentro de esos rangos, como puede comprobarse al revisar las referencias de un artículo suyo mencionado en su carta7.