Sr. Editor:
La rotura de una rama de la arteria pulmonar durante la cateterización derecha con catéter de Swan-Ganz es una complicación rara1, pero con una mortalidad elevada por sangrado tanto inmediato como diferido tras la formación de un seudoaneurisma. En las escasas series de pacientes publicadas, se estima una mortalidad de hasta el 50%2.
Presentamos el caso de una mujer de 68 años diagnosticada de mieloma múltiple e insuficiencia cardiaca biventricular con evaluación no invasiva cardiológica que indicaba el diagnóstico de miocardiopatía restrictiva, a la que se practicó cateterismo derecho vía femoral derecha como parte de la estrategia diagnóstica planificada para documentar dicha sospecha.
Tras un inflado del globo del catéter de Swan-Ganz, que se realizó de forma inadvertida en una rama arterial pulmonar muy periférica y por tanto de reducido calibre, de forma abrupta comenzó con hemoptisis franca. Se procedió a inflado proximal del balón del catéter «a ciegas» (en analogía al manejo de la perforación coronaria durante el intervencionismo) e intercambio del catéter de Swan-Ganz por un catéter Berman de angiografía con inyección inmediata de contraste que documentó su extravasación a parénquima pulmonar y confirmó la rotura (fig. 1, parte superior).
Fig. 1. Salida de contraste en zona de perforación (parte superior) y ausencia de paso de contraste tras inflado de balón del catéter Berman (parte inferior).
Se decidió inflar el balón del catéter Berman proximal a la rotura con control angiográfico que mostraba que no había flujo a la arteria implicada ni extravasación de contraste (fig. 1, parte inferior).
Con esta medida se controló el sangrado agudo y se la ingresó en unidad coronaria a la espera de una decisión terapéutica más definitiva. Tras consultar con los servicios de neumología, cirugía torácica y radiología intervencionista, se decidió practicar de forma programada una embolización con coils a las 48 horas del evento. Durante todo este tiempo se mantuvo el catéter con el balón inflado por vía femoral sin complicaciones ni resangrado.
A las 48 horas tras el desinflado del balón en la sala de hemodinámica la arteria afectada estaba sin flujo, probablemente trombosada, pese a lo cual se decidió la embolización de la arteria lobar inferior derecha con cuatro coils ante la posibilidad de repermeabilización y sangrado diferido. El procedimiento se llevó a cabo con éxito y sin complicaciones (fig. 2).
Fig. 2.Coils en rama arterial pulmonar con ausencia de paso de contraste.
La rotura iatrogénica de arteria pulmonar es una entidad con alta mortalidad con manejo médico, bien por hemoptisis masiva aguda o bien por resangrado tardío hasta días después tras la formación de un seudoaneurisma con tendencia a la rotura3,4. En una serie publicada de 71 casos de esta eventualidad, la media de edad fue 74 años y se identificó como factor de riesgo el sexo femenino. Nuestro caso se trató de una mujer de 68 años5. Clásicamente se ha tratado agresivamente mediante lobectomía quirúrgica6,7 hasta el desarrollo de técnicas de embolización percutánea mediante coils8-11. Presentamos una forma de controlar el sangrado agudo disponible en cualquier sala de hemodinámica que puede funcionar al menos durante horas mientras se dispone del material y/o concurso de un equipo experimentado en este tipo de tratamiento.