Hemos leído con enorme interés las cartas de San Román et al., Lozano et al. y Elola et al., que hacen referencia a la publicación reciente de nuestra carta científica sobre las diferencias entre comunidades autónomas españolas en la enfermedad cardiovascular atendiendo al producto interior bruto1. En primer lugar nos gustaría agradecer los comentarios aportados sobre esta, ya que esto nos permite profundizar en algunos de los argumentos desarrollados y pone de manifiesto el insuficiente abordaje del impacto de los aspectos socioeconómicos y la enfermedad cardiovascular.
Inicialmente, en referencia a la carta de San Román et al., nos gustaría mostrar nuestro absoluto acuerdo sobre el planteamiento realizado, coincidiendo en destacar que el mejor criterio de calidad en el infarto (síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST) sería la reperfusión adecuada en tiempo y forma. Debido a las limitaciones de las fuentes de información consultadas, se decidió incluir solo parámetros cardiovasculares ampliamente recogidos, como la tasa de angioplastia primaria.
Respecto a la carta de Lozano et al., estamos de acuerdo en que la renta individual es un factor muy importante que hay que tener en cuenta, y probablemente sea uno de los retos fundamentales que tienen nuestras autoridades para garantizar la cobertura sanitaria igualitaria de cada individuo con independencia de su renta o lugar de residencia.
Finalmente, en relación con los comentarios realizados por Elola et al., creemos que en la estimación del riesgo cardiovascular no solo deberían tenerse en cuenta los factores de riesgo tradicionales, sino también factores sociales como los que señalan, incluyendo el grado de cobertura y la calidad del acceso a todos los niveles sanitarios, la estructura del mercado laboral (tasa de empleo/desempleo) y el nivel educativo (grado de alfabetización), entre otros2; todos ellos influidos por el producto interior bruto per cápita de una determinada región que, por tanto, hace que haya diferencias interterritoriales en los criterios de eficiencia y equidad. Lamentablemente, nuestra comunidad (una de las de menor producto interior bruto) también presenta peores controles de los factores de riesgo3 a diferencia de otras experiencias internacionales, debiéndose por tanto incidir en el desarrollo de políticas eficaces de lucha contra la desigualdad social, tal como describe Elola et al.
CONFLICTO DE INTERESESLuis M. Pérez-Belmonte tiene un contrato post-MIR «Jordi Soler» de FIRCAVA (Fundación de Investigación en Red en Enfermedades Cardiovasculares), RIC (Red de Investigación Cardiovascular).