Queríamos agradecer el comentario de Segovia Cubero y Segovia Moreno en referencia a nuestra imagen publicada1, ya que nos parece muy interesante su aportación.
En primer lugar, queremos aclarar que en nuestro caso se evidenció una captación intensa del trazador de amiloide 18F-florbetapir en la tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada, acompañado de un patrón típico de realce tardío de gadolinio en la cardiorresonancia magnética y de una biopsia de grasa abdominal positiva para rojo Congo.
Como indica alguna publicación previa, no existe una prueba no invasiva que pueda considerarse el patrón de referencia para el diagnóstico2, si bien el 18F-florbetapir podría tener diferentes usos en la amiloidosis cardiaca. En pacientes con alta sospecha de afección cardiaca y captación intensa de 18F-florbetapir, una biopsia endomiocárdica negativa podría interpretarse como un falso negativo y se podría replantear una nueva biopsia. Por otro lado, la tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada con 18F-florbetapir permite detectar una afección cardiaca temprana, lo que indica el inicio de nuevos tratamientos quimioterápicos que pueden reducir el depósito de amiloide y sus consecuencias irreversibles. Incluso la publicación de Dorbala et al.3 señala que el depósito del radiotrazador puede reflejar no solo la presencia de amiloide, sino diferenciar el depósito de amiloide por cadenas ligeras o transtiretina.
En conclusión, consideramos que la tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada con 18F-florbetapir es una técnica que permite evaluar el depósito cardiaco y extracardiaco4 de amiloide y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con amiloidosis. Tal y como refieren los autores, hoy en día el diagnóstico definitivo de amiloidosis requiere una demostración histológica de depósito de amiloide, sea en corazón o en otros tejidos, pero tal vez en un futuro, tras más estudios y con el diagnóstico por imagen multimodal, la biopsia no sea necesaria.
FINANCIACIÓNEste trabajo tuvo el apoyo de una beca del Programa 2014 de la Fundación Grupo ERESA a Mariano Linares.