Sra. Editora:
Hemos leído con interés el artículo titulado «Validación en una cohorte contemporánea de pacientes con síndrome coronario agudo del score GRACE predictor de mortalidad a los 6 meses de seguimiento», de Abu-Assi et al1. Nos parece relevante aclarar ciertos aspectos metodológicos, dada la potencial repercusión que implica su aplicabilidad en distintas poblaciones.
La población estudiada es diferente en muchos aspectos de la que se usó para la construcción y posterior validación de la escala GRACE. Uno de los parámetros más reseñables, la elevada tasa de manejo invasivo de los pacientes, es muy común actualmente en nuestro medio. Y ello aumenta el valor de los resultados presentados. Lamentablemente, como reconocen los autores, no se presentan los datos correspondientes a la incidencia de reinfarto ni los datos correspondientes a la tasa de eventos durante la fase hospitalaria. Aunque la mortalidad es, sin duda, el parámetro más relevante, la información extra que proporcionaría el análisis del reinfarto sería valiosa. ¿Los autores han analizado esas variables con resultados negativos o se trata de ausencia de datos?
En este mismo sentido, las pérdidas de seguimiento que describen los autores pueden ser una fuente de sesgo de los resultados2. Aunque la cifra no parece muy elevada (79 pacientes; 6,3%), supone un número superior al de muertes observadas (52 pacientes; 4,4%). No podemos deducir que todas las pérdidas de seguimiento correspondan a pacientes fallecidos, pero es probable que la tasa de mortalidad sea mayor en este grupo3. ¿Podemos obtener alguna pista de la validez del score GRACE en este subgrupo de pacientes? ¿Las características basales de estos pacientes eran similares a las del grupo seguido? ¿Cuál era la puntuación GRACE de este subgrupo?
Como se concluye en el editorial que acompaña al artículo4, la validación de estas escalas de riesgo en distintas poblaciones contemporáneas potencia su papel como armas terapéuticas. Pero para ello debemos conocer todos los datos posibles.