Sra. Editora:
Nos complace el interés mostrado por Bendayán et al en relación con nuestra carta al editor publicada recientemente en REVISTA ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA1, y nos gustaría realizar algunas puntualizaciones a sus acertados comentarios. Coincidimos en que la mayor repercusión clínica del cor triatriatum dexter (CTD) tiene lugar cuando este es obstructivo, si bien no podemos obviar otras manifestaciones que también pueden tener relevancia clínica en ausencia de obstrucción. Entre las posibles complicaciones atribuibles al CTD se encuentran las relacionadas con procedimientos invasivos, pues se puede dificultar el avance de catéteres2 e incluso provocar su atrapamiento3. Además, tanto las taquiarritmias auriculares como los fenómenos embólicos se encuentran entre las posibles manifestaciones clínicas descritas en esta malformación4. Por ello, la pobre descripción de la entidad en la literatura, destacada por Bendayán et al, es muy probable que se deba más a su rareza que a su poca relevancia clínica5.
Si bien es cierto que el diagnóstico del CTD es complejo al no existir una clara delimitación entre las distintas variantes anatómicas motivadas por la persistencia del velo derecho de la válvula del seno venoso, creemos que es una entidad relevante (aunque infrecuente) y que debe tenerse en cuenta más allá de los casos en que presente obstrucción al flujo.