Hemos leído con gran interés el artículo de Panoulas et al1. en el que los autores describen unos resultados clínicos a 1 año similares con los «armazones bioabsorbibles solapados» y los «stents liberadores de everolimus de nueva generación». Debe felicitarse a los investigadores por este interesante estudio. No obstante, quisiéramos hacer algunas precisiones en relación con los resultados presentados en ese artículo. Aunque la intervención coronaria percutánea (ICP) es uno de los tratamientos más importantes para la enfermedad coronaria (EC) estable, los investigadores del estudio COURAGE2 demostraron que la ICP no redujo el riesgo de muerte, infarto de miocardio u otros eventos cardiovasculares mayores cuando se añadió su empleo al tratamiento médico óptimo de pacientes con EC estable. En consecuencia, el tratamiento médico óptimo continúa siendo el elemento clave en el tratamiento de los pacientes con EC estable, con independencia de la ICP y el tipo de stent utilizado. A este respecto, hay que considerar el éxito angiográfico y los resultados clínicos como cuestiones distintas. Los armazones bioabsorbibles y los stents liberadores de everolimus pueden tener similares resultados de éxito angiográfico y de la intervención. Sin embargo, al evaluar los resultados clínicos, el tratamiento médico óptimo —que incluye estatinas, bloqueadores beta e inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina— es un factor que tener en cuenta con independencia de la revascularización y del tratamiento antiagregante plaquetario. En el estudio de Panoulas et al1. no hay datos claros sobre el tratamiento médico óptimo utilizado, excepto los antiagregantes plaquetarios. La existencia de diferencias significativas en el tratamiento con estos fármacos puede afectar al pronóstico y los resultados clínicos de manera independiente de la ICP y el tipo de stent utilizado.
En conclusión, a pesar de que los armazones bioabsorbibles y los stents liberadores de everolimus pueden tener unos resultados de éxito angiográfico y de la intervención similares, su comparación pronóstica requiere una evaluación más completa. Dado que el tratamiento médico óptimo reduce los resultados adversos de manera independiente de la ICP en los pacientes con EC estable, deberá demostrarse que ambos grupos fueron tratados por igual con el tratamiento médico óptimo que incluy estatinas, bloqueadores beta e inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina.