ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 50. Núm. 10.
Páginas 720 (Octubre 1997)

Página del editor El corazón en las enfermedades no cardíacas: cómo decidir en áreas de incertidumbre

Page of Editor The heart in non-cardiac diseases: how to decide in areas of uncertainty

Francisco Fernández-Avilésa

Opciones

El corazón en las enfermedades no cardíacas: cómo decidir en áreas de incertidumbre

Es un hecho conocido que las cardiopatías pueden desencadenar o agravar diversos procesos extracardíacos y que las enfermedades de otros órganos o sistemas pueden acabar afectando al corazón. Esta interrelación es ni más ni menos que el paradigma de la definición de la cardiología como una parte inseparable de la Patología Médica Humana.

La repercusión de las enfermedades del corazón sobre otras patologías o procesos constituye un hecho (o un riesgo) relativamente común. Debido a ello, en la práctica cotidiana otros especialistas requieren con frecuencia la realización de un dictamen clínico especializado o de exploraciones específicas que ayuden a conocer el riesgo de los pacientes con problemas cardíacos frente a determinadas situaciones (cirugía de cualquier tipo, utilización de tratamientos cardiotóxicos, diálisis, etc.) o que ayuden a mejorar la influencia negativa de una cardiopatía sobre el curso tórpido de otro proceso médico o quirúrgico (descompensaciones metabólicas de cualquier tipo, insuficiencia renal, traumatismos, complicaciones quirúrgicas, etc.). Todo ello constituye en conjunto un escenario familiar y bien conocido para los cardiólogos, en el que éstos suelen dominar el conocimiento y ejercen la práctica con soltura.

La situación inversa, es decir, la existencia de procesos o enfermedades extracardíacas con capacidad para deteriorar la estructura o la función del corazón es menos frecuente pero suele plantear a los cardiólogos dificultades importantes que derivan tanto de su infrecuencia como de la gran diversidad de los orígenes posibles. Efectivamente, el corazón puede resultar afectado por situaciones tan diferentes como la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, la adición a los opiáceos, las enfermedades de depósito o la disfunción hormonal que acompaña a la muerte cerebral. El carácter poco común de estas circunstancias, su alejamiento de las rutinas clínicas y tecnológicas de la cardiología habitual y la marcada heterogeneidad de sus patogenias y terapias explican la incomodidad que pueden sentir la mayoría de los cardiólogos ante la necesidad esporádica de enfrentarse a este tipo de pacientes. Ello explica también que el equipo de redacción de la Revista haya decidido dedicar a este problema el contenido de la serie de «Puesta al día» que comienza en este número.

En los próximos meses, expertos de indiscutible prestigio actualizarán la participación del corazón en las enfermedades extracardíacas más interesantes por su frecuencia o relevancia en una serie de artículos de indudable peso científico y utilidad práctica. El agradecimiento a su esfuerzo en estos párrafos no es sólo preceptivo sino también muy satisfactorio. También es especialmente grato volver a reconocer el apoyo económico de Laboratorios Dr. Esteve.

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?