ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 59. Núm. 10.
Páginas 1080-1082 (Octubre 2006)

Paciente con pericarditis efusivo-constrictiva idiopática

A Case of Idiopathic Effusive¿Constrictive Pericarditis

Ángel Morales-Martínez de TejadaaJuan M Nogales-AsensioaLeón MartínezaAntonio Merchána

Opciones

Sr. Editor:

La pericarditis efusivo-constrictiva (PEC) es una infrecuente forma de síndrome pericárdico, donde la constricción cardiaca ocurre en presencia de derrame pericárdico significativo1. Los pacientes presentan taponamiento cardiaco, pero persisten sintomáticos pospericardiocentesis. Es entonces cuando queda desenmascarada la constricción cardiaca. Ésta se resuelve sólo tras pericardiectomía2. Aunque esta entidad fue descrita hace algunos años, hay pocos casos comunicados en la literatura médica3,4. Presentamos un caso de PEC en un paciente con antecedente de recambio valvular mitral.

Varón de 55 años con recambio valvular mitral (1998) y síndrome pospericardiotomía, que cursó con fiebre y cansancio a mínimos esfuerzos. Posteriormente quedó asintomático. En abril de 2004 presentó derrame pericárdico severo y taponamiento cardiaco. Requirió pericardiocentesis. Tras ésta, quedó inicialmente asintomático. Reingresó en julio de 2004 y refierió que tras el alta clínica se sintió bien, pero que en pocas semanas comenzó a sentir cansancio a grandes y luego a moderados esfuerzos. En el momento de su reingreso la presión arterial (PA) era 110/70 mmHg, sin pulso paradójico, pero presentaba ingurgitación yugular. La auscultación cardiaca era rítmica, con 70 lat/min y ruidos protésicos normales. Presentaba una discreta hepatomegalia y edemas con fóvea en los miembros inferiores.

El electrocardiograma estaba en ritmo sinusal. En el ecocardiograma se apreciaba una muesca protodiastólica septal, flujo transmitral restrictivo y variación respiratoria de la onda E mitral. La prótesis era normofuncionante.

La tomografía computarizada torácica mostró derrame pericárdico moderado, predominantemente posterolateral, con engrosamiento pericárdico visceral (fig. 1).

Fig. 1. Tomografía computarizada torácica: derrame pericárdico moderado, principalmente posterolateral (asterisco) y engrosamiento pericárdico visceral (flecha).

Sospechamos una constricción pericárdica y solicitamos cateterismo derecho e izquierdo. Objetivamos una igualación de las presiones telediastólicas en las cavidades derechas e izquierdas. La curva de presión diastólica del ventrículo izquierdo mostraba la típica morfología en raíz cuadrada o dip-plateau (fig. 2).

Fig. 2. Cateterismo. A: curva VI con dip-plateau diastólico y curva auricular derecha (presiones diastólicas igualadas). B: curva de presión ventricular izquierda (VI) y derecha (VD) (presiones diastólicas igualadas). Variación inspiratoria discordante de presiones VI-VD (flecha).

Con el diagnóstico de PEC, probablemente idiopática, se efectuó una pericardiectomía. Anatomopatológicamente, hallamos tejido fibroso hialinizado e infiltrado linfoplasmocitoide, compatible con una reacción inflamatoria crónica inespecífica. La evolución fue favorable.

Ante una insuficiencia cardiaca derecha no explicada por disfunción sistólica, valvulopatía o enfermedad cardiaca derecha, debe sospecharse PEC. Es esencial el diagnóstico diferencial con miocardiopatía restrictiva, pues la PEC presenta alivio sintomático pospericardiectomía. La demostración de engrosamiento o calcificación pericárdica mediante técnicas de imagen es de gran ayuda diagnóstica5.

Por ecocardiografía, la PEC muestra cambios recíprocos respiratorios entre ambos ventrículos6,7. El cateterismo cardiaco evidencia incremento e igualación de las presiones telediastólicas, cambios recíprocos postinspiratorios6,7 (fig. 2, flecha) y morfología dip-plateau ventricular izquierda.

La PEC presenta simultáneamente derrame pericárdico con compromiso hemodinámico y constricción pericárdica. El diagnóstico se establece pospericardiocentesis, si el paciente no tiene alivio sintomático completo y manifiesta constricción2, como en el caso presentado. La importancia del diagnóstico radica en la necesidad de resección del pericardio visceral. La pericardiectomía es el tratamiento electivo en pacientes sintomáticos.

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