ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 70. Núm. 6.
Páginas 515-516 (Junio 2017)

Carta al editor
Ojos que no ven, corazón que no siente: el tejido adiposo subcutáneo, epicárdico y visceral. Respuesta

Out of Sight, out of Mind; Subcutaneous, Visceral, and Epicardial Adipose Tissue. Response

Ricardo Ladeiras-LopesabFrancisco SampaioabNuno BettencourtbRicardo Fontes-Carvalhoab
Rev Esp Cardiol. 2017;70:51510.1016/j.recesp.2016.11.032
Levent Cerit

Opciones

Sr. Editor:

Hemos leído con mucho interés la carta relativa a nuestro artículo publicado en la Revista sobre la asociación entre el aumento del cociente de grasa visceral respecto al tejido adiposo subcutáneo abdominal y el mayor riesgo de eventos adversos cardiovasculares mayores, independientemente de los factores de riesgo cardiovascular tradicionales y del calcio coronario1.

El tejido adiposo epicárdico (TAE) es un lugar de depósito de grasa ectópico, en contacto directo con las arterias coronarias adyacentes y el miocardio. En consecuencia, puede tener un efecto paracrino en la ateroesclerosis coronaria y la función del miocardio a través de la secreción de varias adipocinas que podrían regular la resistencia a la insulina y la inflamación2.

La presunta asociación entre el TAE y la grasa visceral o subcutánea es una línea de investigación prometedora que habrá que seguir abordando en futuros estudios. Nuestro grupo ya ha puesto de manifiesto que el volumen de TAE muestra una correlación positiva con la carga de ateroesclerosis coronaria, evaluada mediante la puntuación de calcio arterial coronario, con independencia del tejido adiposo visceral abdominal3. Además, en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, el volumen de TAE mostró una asociación independiente con la disminución de la velocidad E’ y el aumento del cociente E/E’, lo cual indica deterioro de la función diastólica4.

Por lo tanto, parece que el TAE se asocia no solo con la carga ateroesclerótica y el riesgo de enfermedad cardiovascular, sino también con cambios que suponen una mala adaptación de la función miocárdica e incrementan el riesgo de insuficiencia cardiaca. En nuestra opinión, el tejido adiposo ectópico, y en especial el TAE, participa de manera significativa en la homeostasis metabólica y modula la activación de las cascadas inflamatorias, con lo que es un factor clave en la salud y la enfermedad cardiovasculares.

Bibliografía
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R. Ladeiras-Lopes, F. Sampaio, N. Bettencourt, et al.
The Ratio Between Visceral and Subcutaneous Abdominal Fat Assessed by Computed Tomography Is an Independent Predictor of Mortality and Cardiac Events.
Rev Esp Cardiol., (2017), 70 pp. 331-337
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H.S. Sacks, J.N. Fain.
Human epicardial adipose tissue: a review.
Am Heart J., (2007), 153 pp. 907-917
[3]
N. Bettencourt, A.M. Toschke, D. Leite, et al.
Epicardial adipose tissue is an independent predictor of coronary atherosclerotic burden.
Int J Cardiol., (2012), 158 pp. 26-32
[4]
R. Fontes-Carvalho, M. Fontes-Oliveira, F. Sampaio, et al.
Influence of epicardial and visceral fat on left ventricular diastolic and systolic functions in patients after myocardial infarction.
Am J Cardiol., (2014), 114 pp. 1663-1669
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