Apreciamos los comentarios de los Dres. Finsterer y Zarrouk-Mahjoub.
Estos autores parecen cuestionar la base genética de la miocardiopatía no compactada ventricular izquierda (MNCVI), con lo cual contradicen la posición adoptada por la European Society of Cardiology/American Heart Association (ESC/AHA)1–3. Aunque son útiles, los estudios funcionales no pueden realizarse sistemáticamente. En su lugar, se utilizan otros datos como la evidencia existente en la literatura, la cosegregación, las consecuencias en las proteínas y los estudios in silico (como hicimos nosotros). Los portadores de mutaciones pueden no manifestar el fenotipo a causa de una penetrancia incompleta2 y dificultades diagnósticas, como el uso de criterios diferentes, una calidad y una reproducibilidad a veces insuficientes en la ecocardiografía3 y no disponer de resonancia magnética.
¿La MNCVI es un trastorno adquirido? ¿Puede desaparecer? Estas cuestiones no están resueltas todavía2,4 y nuestro trabajo no las ha abordado.
Los estudios in silico no son los únicos que dan datos útiles para determinar la patogenicidad de una mutación. En nuestro caso, otra información adicional respaldaba el efecto patogénico de ACTC1I289T (tercer párrafo, página 859). La heterogeneidad genética de la MNCVI es incuestionable2,3.
El término preferido es MNCVI (en inglés, left ventricular non-compaction [LVNC] según PubMed) y la ESC considera que «hipertrabeculación» es incorrecto4. Aun así, los autores prefieren la denominación HTVI. Nosotros utilizamos MNCVI si se cumplen los criterios e hipertrabeculación (véase la figura del artículo de Rodríguez-Serrano et al5) cuando no se puede determinar esos criterios. En consecuencia, en el texto se debería haber utilizado también hipertrabeculación para el explante cardiaco (faltan los criterios histológicos de la MNCVI), pero se cambió a MNCVI debido a las limitaciones en el número de palabras.
Los sujetos II:4 y III:4 cumplían los criterios de Chin y Stöllberger, mientras que el III:6 no los cumplía.
La ecocardiografía del paciente IV:1, que se examinó en detalle, no presentaba MNCVI. No se realizaron estudios histopatológicos ni se conservaron imágenes o tejidos. Las limitaciones en la obtención de imágenes en la unidad de cuidados intensivos (corazón infantil pequeño con un dispositivo de asistencia ventricular izquierda) podrían explicar la discrepancia (corazón tamaño lactante con asistencia ventricular), pero también es posible que en realidad no hubiera discrepancia alguna y que se tratara de una miocardiopatía manifestada como fenotipos diferentes, es decir, una miocardiopatía restrictiva a corta edad (que también pueden causar mutaciones de ACTC16) y una MNCVI en los adultos. Hay muchas circunstancias que pueden explicar este fenómeno (expresión de genes modificadores dependiente de la edad, mutaciones adicionales, etc.).
Por último, se descartaron los signos/síntomas neurológicos y elevación de la creatincinasa.