Agradecemos el interés mostrado por el Dr. Zigor Madaria en nuestro artículo1 y coincidimos en que el ecocardiograma es un método sensible para diagnosticar cardiopatía silente y, en concreto, el origen de ambas arterias coronarias. Sin embargo, estudios recientes parecen dar más importancia que lo descrito previamente2 al origen anómalo de la coronaria derecha en relación con la necesidad de tratamiento quirúrgico3 y al hallazgo en autopsias de jóvenes deportistas4.
La justificación del valor añadido del ecocardiograma está dada por las moderadas sensibilidad y especificidad de los síntomas, los signos clínicos y el electrocardiograma en la población de deportistas. Consideramos que el ecocardiograma aportaría más sensibilidad a los potenciales diagnósticos de cardiopatía que causan muerte súbita a jóvenes5 y adultos6, a la vez que permitiría la detección de cardiopatías que, aun no siendo causa de exclusión para la práctica deportiva en el momento del diagnóstico, indicarían un seguimiento más cercano. Hay datos de sujetos con válvula bicúspide7, pero la evolución de la mayor parte de las cardiopatías bajo el efecto del entrenamiento aún es desconocida.
Coincidimos con el autor en que la mayor sensibilidad diagnóstica de alteraciones menores que incluyen el «remodelado fisiológico» puede conllevar sobrediagnóstico o falsos positivos. Aun así, debe destacarse también que el límite exacto entre este remodelado fisiológico y la enfermedad en muchas ocasiones es difícil de establecer, y posiblemente varíe de un sujeto a otro8.
Finalmente, la descalificación para la práctica deportiva es un tema muy complejo y estamos de acuerdo en que se debe respetar la libertad individual de cada persona, pero consideramos que es imprescindible difundir toda la información adecuada pertinente al riesgo que conlleva e informar debidamente al deportista y las entidades deportivas responsables de la competición, que conjuntamente deben decidir si se interrumpe o no la práctica deportiva. En el ámbito recreativo, la decisión queda indudablemente más restringida al individuo. Desde el punto de vista médico, nuestra obligación debe ser proveer la información médica más amplia y adecuada posible para promover la práctica deportiva de manera segura.