Sr. Editor:
La hipertensión arterial (HTA) es altamente prevalente1-3 y origina numerosas complicaciones; entre éstas, las más frecuentes e importantes son las cardiacas3-5. Pese a ello, no disponemos de ninguna clasificación de la cardiopatía hipertensiva (CH) con utilidad práctica. Se presenta una nueva clasificación de la CH tricotómica, similar a la tumor, node, metastasis (TNM) para el cáncer.
La HTA provoca alteraciones estructurales y funcionales del corazón que afectan al miocardio auricular y ventricular, y a las arterias coronarias epicárdicas e intramurales6-13. De ahí nacen las 3 principales cardiopatías de la HTA: insuficiencia cardiaca, isquemia miocárdica y fibrilación auricular, que pueden aparecer solas o combinadas, con diferente gravedad y en diferentes fases evolutivas.
Sin embargo, la definición y las clasificaciones de la CH publicadas hasta ahora no son unánimes ni incluyen todas estas posibilidades. La primera, propuesta por la New York Heart Association, hacía equivalente la CH a la insuficiencia cardiaca en un paciente con HTA14. Posteriormente, se ha limitado la definición de CH a la presencia de hipertrofia ventricular izquierda hipertensiva15 o, como mucho, de disfunción diastólica16 u otras anormalidades puramente hemodinámicas17. Las diferentes clasificaciones de CH propuestas (tabla 1) adolecen de la misma cortedad18-22, a pesar de la importancia que las directrices de práctica clínica otorgan a la detección de complicaciones en la HTA a la hora de plantear el tratamiento23.
Proponemos que se utilice el término «cardiopatía hipertensiva» para englobar el complejo y variable conjunto de efectos que provoca en el corazón la elevación crónica de la presión arterial en el paciente con HTA. Se incluirían así la presencia de signos anatómicos16 o bioquímicos17,24 de hipertrofia ventricular izquierda o disfunción ventricular, sea diastólica o sistólica, de isquemia miocárdica y de alteraciones del ritmo.
En consecuencia, proponemos una clasificación tricotómica de la CH que contemple las 3 manifestaciones principales citadas. Este tipo de clasificación es muy frecuente; la de más solera es la TNM, que lleva más de 50 años en uso en oncología. A cada uno de los 3 encabezamientos se asigna ulteriormente una gradación de 0 a 3 (desde las formas más ligeras o iniciales a las más graves o avanzadas), también de empleo corriente en cardiología.
En la tabla 2 se resume la clasificación propuesta. La denominación «VIA» hace referencia a los 3 principales componentes: ventrículo, isquemia y arritmia. En cuanto a la afección ventricular, las 3 categorías seleccionadas corresponden a las 3 fases de la antigua «cardiopatía hipertensiva»: hipertrofia ventricular izquierda (diagnosticada por electrocardiograma, ecocardiograma o marcadores bioquímicos); disfunción diastólica, con o sin insuficiencia cardiaca, y disfunción sistólica, también asintomática o sintomática. La isquemia en los pacientes con HTA se debe con frecuencia a la disfunción microvascular; en casos más avanzados puede haber afección de las coronarias epicárdicas y, eventualmente, aparecer un síndrome coronario agudo. Finalmente, la fibrilación auricular es la arritmia más común en la HTA; aunque puede haber cierta superposición, suele comenzar siendo paroxística, acabar siendo permanente y, en ciertos casos, se complica con un fenómeno embólico.