Una mujer hipertensa de 59 años ingresó en el hospital por un episodio de dolor torácico en reposo. El electrocardiograma era normal, pero se detectó un aumento de la troponina I. La coronariografía mostró una estenosis focal grave en el segmento proximal de la arteria descendente anterior izquierda (figura 1A), sin ninguna otra estenosis en el árbol coronario. Se realizó una tomografía de coherencia óptica para esclarecer el sustrato de la estenosis. La luz coronaria estaba estenosada (figuras 1B, C y D) por una placa ateroesclerótica de estructura heterogénea, con una zona en forma de media luna de reflectividad baja que contrastaba con el tejido fibroso circundante (figura 1C, asterisco). No se observaron roturas de la íntima ni trombos luminales. Había microvasos (figura 1E, flecha) visibles en la proximidad de la placa y en relación con la zona en media luna antes comentada, lo cual indicaba que la baja reflectividad observada en esa estructura podría ser el resultado de una hemorragia en el interior de la placa. La lesión se trató con un buen resultado mediante un stent farmacoactivo. La hemorragia en la placa, que resulta de una neovascularización con fugas, se ha descrito como mecanismo de crecimiento rápido de la placa e inestabilidad, y podría haber sido la causa del síndrome coronario agudo de nuestra paciente. La tomografía de coherencia óptica fue útil para esclarecer el sustrato de la estenosis y descartar otras causas de síndrome coronario agudo en mujeres jóvenes, como la disección coronaria espontánea y la erosión coronaria. Esta técnica de imagen también permite diferenciar la hemorragia en la placa (que se produce en una placa ateroesclerótica situada en la íntima) del hematoma intramural (la íntima y la media se separan de la adventicia) que se observa generalmente en las arterias sin ateroesclerosis.
CONFLICTO DE INTERESES
N. Gonzalo ha recibido de Abbot honorarios por conferencias para actividades de formación.