ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 52. Núm. 11.
Páginas 1032 (Noviembre 1999)

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Development of hypertensive phenotype: basic and clinical studies

Editado por Richard McCarty, D.A. Blizard y R.L. Chevalier. Amsterdam: Elsevier Science B.V., 1998; 712 págs. 101 ilustraciones, 370 dólares americanos. ISBN 0444826556.

El fenotipo puede definirse como el conjunto de propiedades observables de un organismo que le confieren su singularidad fisiológica o patológica. En el caso de los animales o de los pacientes hipertensos la propiedad más destacable es el incremento anormal y mantenido de las cifras de presión arterial. Actualmente, se acepta que el fenotipo es el resultado de las interacciones de dos tipos de factores: los genéticos y los del entorno ambiental. Clásicamente, el proceso hipertensivo se ha considerado como el resultado de la interacción que se produce durante la vida adulta del individuo entre ciertos factores nutricionales (fundamentalmente un consumo excesivo de sal) y una predisposición genética a regular inadecuadamente la hemodinámica sistémica (principalmente una incapacidad del riñón para excretar sal adecuadamente). Como resultado de esa interacción se activarían anormalmente ciertos mediadores, principalmente neurohumorales, que conducirían a la elevación de la presión arterial.

El libro de McCarty, Blizard y Chevalier está planteado a partir de varias consideraciones que desafían el esquema clásico de la patogenia de la hipertensión: a) los factores que configuran el fenotipo hipertensivo inician su interacción intraútero y/o durante la etapa inicial de la vida; b) los factores genéticos estarían relacionados fundamentalmente con alteraciones en el desarrollo embrionario anatomofuncional de los sistemas reguladores de la hemodinámica sistémica (principalmente el sistema nervioso simpático, el siste ma renina-angiotensina y el sistema excretor renal), y c) entre los factores ambientales desempeñarían un papel crítico tanto la insuficiente nutrición del feto antes de nacer, como la inadecuada relación psicológica entre la madre y el hijo ya nacido.

De lo expuesto se deduce que McCarty et al han elaborado una obra que desde el punto de vista conceptual expande nuestra visión sobre la fisiopatología del proceso hipertensivo. Sin embargo, existen ciertas limitaciones que cuestionan un poco su interés para el lector no experto. En primer lugar, sorprende la escasa atención prestada a los aspectos genéticos y genómicos, sólo se tratan en 2 de los 26 capítulos de que consta el libro. En segundo lugar, resulta llamativo que las propiedades fenotípicas no hemodinámicas de la hipertensión (alteraciones metabólicas y afectación de órganos diana) tan sólo merezcan otros dos capítulos. En tercer lugar, la agrupación de los capítulos en cuatro apartados no resulta lógica, siendo así que capítulos similares aparecen en distintos apartados sin justificación aparente. Por último, resulta manifiesto el desequilibrio existente entre los distintos capítulos en lo que concierne a la hondura del enfoque, a la extensión de la información, a la iconografía y a la documentación bibliográfica de cada uno.

En resumen, aunque da la impresión de que el libro no está excesivamente meditado desde el punto de vista de su estructuración y de su ejecución, es una obra plenamente válida para quienes estén interesados en profundizar en la comprensión de la hipertensión como un proceso iniciado con la vida misma del individuo. En este sentido, su máximo valor es que aporta abundante información para emplazarnos a considerar el origen de la hipertensión como un problema de la maduración y el desarrollo del nuevo ser, con las expectativas preventivas y terapéuticas que ello abre.

Javier Díez

Unidad de Fisiopatología Vascular.

Universidad de Navarra. Pamplona.

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