Un paciente de 77 años acudió por dolor torácico progresivo y depresión del segmento ST. Se había sometido a un implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) con una válvula Evolut R de 34mm (Medtronic, Estados Unidos) 6 meses antes en otro centro. El ecocardiograma transesofágico puso de manifiesto la existencia de una gran cavidad redondeada conectada a la aorta ascendente, con flujo activo en su interior. En la tomografía computarizada de urgencia, se observó la existencia de un gran seudoaneurisma de la aorta ascendente, entre la arteria pulmonar (AP) y la aorta (Ao) (figura 1A-D, asterisco), de cuello estrecho (figura 1A, flecha blanca), lo que indicaba compresión del tronco coronario izquierdo (TCI) (flecha negra, figura 1C,D). El caso se comentó en una sesión médico-quirúrgica y se decidió la reparación percutánea inmediata.
Desde el acceso radial derecho, se avanzó una aguja guía hidrófila con el apoyo de un catéter guía JR 4 hacia el seudoaneurisma hasta formar varios bucles (figura 2A). Seguidamente se implantó un dispositivo oclusor autoexpandible (Amplatzer Vascular Plug II) de 8mm, y al cabo de unos minutos se produjo el cierre progresivo de la cavidad (figura 2B,D, flecha, vídeo 1 y vídeo 2 del material adicional). En la angiografía coronaria izquierda, se observó una estenosis del TCI proximal establecida (figura 2E, asterisco), que se trató mediante el implante de un stent, con buen resultado (figura 2E,F).
El seudoaneurisma de la aorta ascendente es una complicación potencialmente mortal que suele producirse tras intervenciones que requieren manipulación quirúrgica de la aorta. Aunque en este caso se desconoce el origen real, probablemente corresponde a una rotura aórtica contenida que pasó inadvertida durante el implante de la válvula y se expandió progresivamente. El cierre percutáneo de los seudoaneurismas aórticos es una intervención segura y eficaz. Se recomienda un estudio exhaustivo de la anatomía para diseñar una estrategia adaptada a este tipo de procedimientos.