El implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) ha sido uno de los mayores avances de la cardiología intervencionista en los últimos años. Antes del TAVI no se trataba a muchos ancianos con estenosis aórtica grave por el alto riesgo que implicaba la intervención quirúrgica de recambio valvular. Por ello el curso natural de la enfermedad sin tratamiento suponía escasos años de vida una vez comenzaban los síntomas. La introducción del TAVI ha modificado esta historia natural al prolongar la esperanza de vida del anciano con estenosis aórtica grave. Los primeros TAVI se practicaron a ancianos con contraindicación a la cirugía. Después la técnica se extendió a pacientes operables pero con alto riesgo quirúrgico, y se ha seguido con pacientes con riesgo intermedio e incluso bajo riesgo quirúrgico. En líneas generales, los resultados del TAVI y la cirugía son similares en cuanto a pronóstico tras la intervención, pero el grado de confort del paciente no tiene parangón. El TAVI se efectúa con anestesia local, no suele requerir estancia en la unidad de cuidados críticos y en pocas horas o días se remite al paciente a su domicilio. Quedan algunos problemas por resolver antes de ampliar las indicaciones a pacientes jóvenes, como el acceso con catéter a las arterias coronarias en presencia de un TAVI y el tratamiento de TAVI en TAVI para la disfunción protésica esperable años después del implante en un paciente joven.
La formación en TAVI es esencial para todo cardiólogo que quiera subespecializarse en cardiología intervencionista. Esto requiere conocer las últimas novedades que se publican en las principales revistas científicas, pero también unos conocimientos básicos sobre los que asentar la formación. El libro de Pablo Avanzas Fernández y Diego López Otero cumple ese objetivo. Es obligatorio felicitar a los editores y autores por el gran esfuerzo realizado y su resultado final.
El libro recoge de forma exhaustiva todas las etapas que componen el proceso de TAVI, desde la evaluación preprocedimiento hasta la evolución posprocedimiento. En el primer capítulo se detalla el proyecto SEC-EXCELENTE, una iniciativa de la Sociedad Española de Cardiología para reconocer a las unidades de hemodinámica que cumplen los requisitos establecidos. A continuación, se abordan las indicaciones actuales y futuras del TAVI. En dos capítulos se describe cómo se debe evaluar a los pacientes candidatos a TAVI. En los capítulos siguientes se tratan subgrupos especiales de pacientes, como con bajo riesgo, bajo flujo y bajo gradiente, válvula aórtica bicúspide e insuficiencia aórtica pura. En una serie de capítulos, se explican con mucho detalle cada uno de los modelos de prótesis para TAVI disponibles en el mercado. Luego las complicaciones del implante, centrándose en los trastornos de la conducción y las hemorragias. En cinco capítulos se describe cómo hacer el acceso femoral y las indicaciones y la técnica de los accesos alternativos. En la última parte del libro se abordan las posibles complicaciones después del implante, como la insuficiencia aórtica, la durabilidad y la trombosis de la prótesis, el accidente cerebrovascular y la endocarditis infecciosa. El libro acaba con las técnicas de imagen avanzada y la relación del TAVI con otros procedimientos intervencionistas.
Los capítulos son fáciles de leer, están ilustrados con tablas y esquemas que facilitan la comprensión del texto, y se acompañan de figuras muy atractivas.
En resumen, estamos ante un libro recomendable para todos los cardiólogos intervencionistas y de lectura imprescindible para fellows y residentes interesados en la cardiología intervencionista. Este manual debería ser un clásico de la técnica de TAVI y estar presente en las estanterías de las unidades de hemodinámica de nuestro país. Enhorabuena a editores y autores. Su esfuerzo merece el reconocimiento de la comunidad de cardiólogos intervencionistas.
CONFLICTO DE INTERESESJ. Sanchis es editor jefe de Revista Española de Cardiología.