ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 71. Núm. 11.
Páginas 888-891 (Noviembre 2018)

Editorial
La obesidad infantil: una asignatura pendiente

Childhood Obesity: An Unresolved Issue

Javier Aranceta-BartrinaabcdCarmen Pérez-Rodrigoc
Rev Esp Cardiol. 2018;71:902-910.1016/j.recesp.2017.12.007
Honorato Ortiz-Marrón, Maira Alejandra Ortiz-Pinto, José I. Cuadrado-Gamarra, María Esteban-Vasallo, Olga Cortés-Rico, Loreto Rey-Gayo, María Ordobás, Iñaki Galán

Opciones

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La obesidad infantil continúa posicionándose como uno de los problemas de salud pública más importantes, tanto en los países desarrollados como en los de renta media y baja. Diferentes instituciones y organismos están aportando datos de interés sobre la monitorización del fenómeno en los últimos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene dedicando importantes esfuerzos en este sentido desde finales de la década de los noventa y especialmente en la región europea, a través de la Childhood Obesity Surveillance Initiative (iniciativa COSI) para la vigilancia del problema1. El documento publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2010 analizaba con detalle el panorama global; ponía el acento en los costes económicos de la sobrecarga ponderal y la necesidad de actuar para intentar atajarla2. En los últimos años, proyectos basados en iniciativas colaborativas como la NCD Risk Factor Collaboration (NCD-RisC), en la que participa la OMS3, o la Global Burden of Disease (GBD)4, liderada por la Universidad de Washington, en Seattle, han investigado el fenómeno de la obesidad recopilando y analizando sistemáticamente datos en los 5 continentes, lo que ha permitido realizar estimaciones y análisis de tendencias basadas en observaciones realizadas en millones de personas.

En el perfil de España del informe del GBD del Institute for Health Metrics and Evaluation sobre la carga de enfermedad atribuible a los 17 factores de riesgo principales en 2015, expresado como porcentaje de años de vida ajustados por discapacidad (DALY, por sus siglas en inglés), los riesgos relacionados con la dieta y los valores altos para el índice de masa corporal (IMC) se sitúan en segundo y cuarto lugar respectivamente.

En este sentido y aunque en España se vienen haciendo esfuerzos para controlar este problema emergente a través de distintas iniciativas de la administración central y las comunidades autónomas y otras actuaciones privadas, la realidad es que el problema persiste con ligeras variaciones puestas de manifiesto según sexo, edad, ubicación geográfica, nivel de instrucción, caracterización socioeconómica familiar y del entorno.

El estudio PAIDOS dirigido por Bueno en 19845, con la participación de un elenco de pediatras distribuidos por toda la geografía española, proporcionó los primeros datos sobre prevalencia de obesidad infantil en toda España. Para tener una visión panorámica de la situación y la cronología, en la tabla se describen los principales estudios epidemiológicos realizados en nuestro país y que en buena medida han servido de base para la puesta en marcha de acciones institucionales de intervención y seguimiento del problema. Se presentan las estimaciones de prevalencia de sobrepeso y obesidad según el criterio IOTF-2000 (International Obesity Task Force)6 siempre que ha sido posible.

Tabla.

Prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población infantil y juvenil en España según distintos estudios

EstudioAñonGrupo de edadCriterioÁmbitoPrevalencia de sobrepeso, %Prevalencia de obesidad, %
Total  Total 
PAIDOS5  1985  4.321  6-13 años  Pl Tric iz          4,9  4,6  5,1 
ENKID7  2000  3.534  2-24 años  IOTF6  Estatal  18,1  21,6  14,4  6,3  7,9  4,6 
ENKID7  2000  385  2-5 años  IOTF  Estatal  16,8  13,6  19,96  10,4  8,3  12,7 
ENKID7  2000  423  6-9 años  IOTF  Estatal  24,8  25,8  23,8  10,4  12,1  8,6 
ENKID7  2000  567  10-13 años  IOTF  Estatal  22,4  26,2  19,3  4,7  6,6  2,6 
ENKID7  2000  682  14-17 años  IOTF  Estatal  15,4  20,7  9,9  6,5  10,0  2,8 
PERSEO8  2007-2008  11.642  6-10 años  IOTF  Estatal  22,7  21,7  23,9  11  11,1  10,9 
Sánchez Cruz9  2012  978  8-17 años  IOTF  Estatal  22,3  24,6  20,0  8,6  7,7  9,5 
Sánchez Cruz9  2012  647  8-13 años  IOTF  Estatal  25,3      9,6     
Sánchez Cruz9  2012  331  14-17 años  IOTF  Estatal  16,4      6,7     
ALADINO10  2011    6-9 años  IOTF  Estatal  24,2  23,8  24,6  11,0  10,9  11,2 
ALADINO11  2013    7-8 años  IOTF  Estatal  21,4  25,4  17,7  5,4  8,0  3,0 
ALADINO12  2015  10.899  6-9 años  IOTF  Estatal  21,8  21,5  22,2  11,2  10,6  11,8 
ENPE13,*  2014-2015  1.054  2-18 años  IOTF  Estatal  22,2      11,4     
ANIBES14  2013  415  9-17 años  IOTF  Estatal  28,0      8,0     
ANIBES14  2013    9-12 años  IOTF  Estatal  33,8      10,1     
ANIBES14  2013    13-17 años  IOTF  Estatal  22,1      5,8     
ENSE15  2006-2007  4.341  5-14 años  IOTF (AR)  Estatal    31,8  28,4    9,9  9,1 
ENSE15  2011-2012  2.938  5-14 años  IOTF (AR)  Estatal    30,3  29,1    8,8  9,2 
ENSE15  2006-2007    5-9 años  IOTF (AR)  Estatal  36,8      15,4     
ENSE15  2006-2007    10-14 años  IOTF (AR)  Estatal  25,0      5,1     
ENSE15  2011-2012    5-9 años  IOTF (AR)  Estatal  37,0      14,7     
ENSE15  2011-2012    10-14 años  IOTF (AR)  Estatal  22,9      3,7     
OBESGAL16  2013  12.643  2-15 años  IOTF  CS Galicia  25,2      5,95     
Cuenca y Ciudad Real17  2015  1.585  4-6 años  IOTF  Cuenca, Ciudad Real  11,84  10,30  13,44  8,58  8,44  8,83 
Cuenca18  2004  1.119  8-11 años  IOTF  Cuenca  22,2  21,6  22,7  9,3  10,0  8,6 
Cuenca18  2010  1.070  8-11 años  IOTF  Cuenca  25,9  28,0  23,7  9,5  9,8  9,2 
Oviedo19  1992  734  5-14 años  IOTF  Oviedo        4,9     
Oviedo19  2004-2006  735  5-14 años  IOTF  Oviedo        8,4     
Oviedo19  2012  709  5-14 años  IOTF  Oviedo        5,1     
ELOIN20  2012-2013  3.186  4 años  IOTF  Madrid  8,6  7,0  10,3  3,0  2,4  3,7 
ELOIN20  2014-2015  2.435  6 años  IOTF  Madrid  13,8  13,0  14,4  6,1  6,5  6,7 
Murcia-AP21  2005-2011  178.894  2-14 años  IOTF  CS Murcia  20,6  19,7  21,7  11,4  11,2  11,6 
Murcia-AP21  2005-2011    2 años  IOTF  CS Murcia  9,2  8,2  10,3  2,5  2,2  2,9 
Murcia-AP21  2005-2011    3 años  IOTF  CS Murcia  15,0  13,5  16,6  7,0  6,3  7,8 
Murcia-AP21  2005-2011    4 años  IOTF  CS Murcia  16,6  14,5  18,7  8,5  7,7  9,4 
Murcia-AP21  2005-2011    5 años  IOTF  CS Murcia  17,6  16,2  19,1  13,4  12,6  14,2 
Murcia-AP21  2005-2011    6 años  IOTF  CS Murcia  19,6  18,1  21,2  13,7  13,0  14,4 
Murcia-AP21  2005-2011    7 años  IOTF  CS Murcia  19,8  18,5  21,1  20,0  18,8  21,3 
Murcia-AP21  2005-2011    8 años  IOTF  CS Murcia  22,8  20,5  24,8  21,0  21,4  20,7 
Murcia-AP21  2005-2011    9 años  IOTF  CS Murcia  24,1  22,6  25,5  21,6  21,8  21,4 
Murcia-AP21  2005-2011    10 años  IOTF  CS Murcia  29,0  29,1  28,9  13,1  14,0  12,2 
Murcia-AP21  2005-2011    11 años  IOTF  CS Murcia  28,0  28,7  27,3  12,3  13,9  10,7 
Murcia-AP21  2005-2011    12 años  IOTF  CS Murcia  26,5  27,5  25,5  12,7  14,5  10,7 
Murcia-AP21  2005-2011    13 años  IOTF  CS Murcia  24,8  26,3  23,3  11,3  12,6  10,0 
Murcia-AP21  2005-2011    14 años  IOTF  CS Murcia  22,3  23,4  21,1  10,5  11,8  9,3 

AP: atención primaria; CS: centro de salud; IOTF: International Obesity Task Force; IOTF (AR): criterios IOTF, datos autorreferidos; M: mujeres; Pl Tric iz: pliegue tricipital izquierdo; V: varones.

*

Datos provisionales del estudio ENPE, no publicados, recogidos según el protocolo y el muestreo descrito en la publicación sobre obesidad en la población adulta (Aranceta-Bartrina et al.13).

El estudio enKid7 aportó datos basados en mediciones individuales de peso y talla en una muestra probabilística de ámbito estatal representativa de la población entre 2 y 24 años. Los resultados obtenidos en el estudio de evaluación del proyecto PERSEO8 en el ámbito geográfico de referencia (2008-2010) apuntaban a un aumento de la magnitud del problema en algunas comunidades autónomas, mientras que en aquellas con tasas de prevalencia más altas parecía mantenerse la situación. Sánchez Cruz et al., en su estudio de ámbito estatal publicado en 2012, referido al grupo entre 8 y 17 años, concluían que, respecto a las estimaciones del estudio enKid, la prevalencia de obesidad parecía haberse estabilizado, aunque en niveles altos9.

Más cercanos en el tiempo, la serie de estudios ALADINO de 201110, 201311 y 201512, impulsados por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) en el marco de la iniciativa COSI, supone una contribución importante para la vigilancia y seguimiento del problema con un protocolo y una metodología compartidos con otros países, tomando como punto de partida el grupo de escolares entre 6 y 9 años. Estos datos confirman que la prevalencia de obesidad infantil en España se sitúa entre las más altas de Europa, aunque las cifras más recientes indican asimismo una ligera disminución del sobrepeso en este grupo de edad, en consonancia con las estimaciones del estudio ENPE referidas a población infantil13.

Análisis basados en datos de peso y talla declarados a la Encuesta Nacional de Salud en España (ENSE)15 y del estudio Estudio de Comportamientos Relacionados con la Salud de los Escolares (HBSC, por sus siglas en inglés)1,12, realizado en 44 países europeos entre otros, en adolescentes de 11-15 años, reflejan igualmente una tendencia a la estabilización. En este contexto, de Ruiter et al.22 llaman la atención sobre la prevalencia de niños y niñas con bajo peso, especialmente pequeñas entre 2 y 5 años.

En los últimos años, en distintas comunidades autónomas16,19,21 se han puesto en marcha iniciativas para el análisis y el seguimiento de la sobrecarga ponderal a partir de los datos recopilados en el contexto del programa de atención y seguimiento de niños y niñas sanos. Otros estudios de ámbito autonómico o regional, como el estudio de Cuenca18, han proporcionado información de seguimiento valiosa que corrobora esta misma tendencia.

Por lo tanto, según los datos disponibles sobre la magnitud, la distribución y las tendencias de la obesidad infantil en España, se podría decir que el problema tiende a estabilizarse. No obstante, no se puede aseverar de forma generalizada. En unos casos, como en los primeros 2 años de vida y durante la etapa preescolar, porque los datos disponibles son más escasos para poder valorar las tendencias. En otros colectivos, como escolares y adolescentes, porque la evolución del problema es diferente en función del sexo y los condicionantes socioeconómicos, principalmente.

La cohorte del estudio ELOIN en la Comunidad de Madrid, con un seguimiento de 2 años, ha puesto de manifiesto un aumento de la magnitud del exceso de peso de los 4 a los 6 años de edad20. Este trabajo, firmado por Ortiz-Marrón et al. y publicado recientemente en Revista Española de Cardiología, aporta un panorama de actualización sobre la prevalencia de la obesidad en España, acompañado de valiosas aportaciones sobre los factores en que habría que intervenir en los próximos años.

La cohorte ELOIN supone una iniciativa de gran interés porque proporciona información de base poblacional, recopilada de manera eficaz, sobre un colectivo que es necesario conocer mejor. Sería interesante seguir construyendo con base en la experiencia proporcionada por ELOIN para disponer de esta información en otras comunidades autónomas y ampliar así el ámbito poblacional. Una de las limitaciones posibles en este tipo de estrategias es asegurar el control de calidad de la información recogida en puntos dispersos, lo que requiere, además de un buen protocolo unificado, el entrenamiento y la formación continua de los profesionales y técnicos implicados en la recogida de datos, todo el tiempo en todos y cada uno de los puntos de observación, y el control del estado y la calibración de los instrumentos de medición. Por otra parte, como señalan los autores del trabajo, a menudo los colectivos menos favorecidos se encuentran infrarrepresentados en los estudios poblacionales, porque resulta más difícil que acepten participar. Estrategias de diseño como la planteada en ELOIN también ofrecen oportunidades para mejorar este punto débil en el futuro.

Las acciones preventivas son la clave para atajar una enfermedad que, una vez instaurada, tiene difícil solución. La obesidad infantil tiene un recorrido de mayor morbilidad de la persona afectada que genera un importante gasto económico, pérdida de calidad de vida, menores oportunidades vitales y potencialmente una mortalidad prematura23.

Con base en la evidencia científica actual, la lucha contra la obesidad requiere un plan institucional de base social, que implique a las instituciones y a toda la comunidad. La estrategia debería comenzar en la fase preconcepcional con acciones educativas dirigidas a las jóvenes en edad fértil y a sus parejas, una fase clave de potenciación de la paternidad responsable con medidas que aseguren un mejor estado nutricional de ambos progenitores y elimine las sustancias y prácticas de riesgo para la salud.

Los periodos de embarazo y lactancia requieren una especial protección y consejo dietético. Las medidas de apoyo social deberían facilitar un cuidado compartido y responsable del futuro nuevo ciudadano.

El marco educativo tiene una gran responsabilidad en la programación de contenidos de educación alimentaria y nutricional dentro del currículo escolar y también como actividad extraescolar en formato de talleres de cocina, talleres del gusto, prácticas de cesta de la compra, visión crítica de la oferta de productos en las máquinas de vending, etc. Una de las asignaturas pendientes que destacar se refiere al papel del comedor escolar y universitario. Se trata de una oferta alimentaria en un marco institucional a una población vulnerable y en la mayoría de los casos sin posibilidad de elección. No es comprensible que todavía no tengamos asegurada una oferta alimentaria para la población escolar en general que cumpla los requisitos de ser segura, educativa y saludable. La oferta de menús debería estar elaborada, monitorizada o supervisada por dietistas-nutricionistas colegiados. Nos interesa la secuencia de menús, pero mucho más la calidad y las porciones de los alimentos utilizados, las técnicas culinarias empleadas y la caracterización de los ingredientes más sensibles, como el aceite, el pan, la sal y otros componentes. Los servicios de sanidad alimentaria tienen también un cometido colaborativo de gran trascendencia en todos los establecimientos de restauración colectiva.

La otra gran variable relacionada con la génesis de la sobrecarga ponderal es el grado de actividad física. Nuestros jóvenes se encuentran tipificados entre las mayores tasas de sedentarismo de Europa. Es necesario que el marco docente sea el motor que promueva y estimule la práctica de actividad física. Sería necesaria la incorporación de 1 h diaria tutelada por la institución educativa en el marco de la asignatura de educación física y otras actividades complementarias como los recreos proactivos. Sobre esta base, el deporte escolar y las actividades recreativas vinculadas a la familia nos deberían permitir alcanzar un adecuado grado de actividad física a lo largo de toda la etapa de crecimiento y desarrollo.

En línea con las estrategias y los planes de acción emprendidos por la OMS y la Unión Europea, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a través de AECOSAN ha lanzado el Plan de colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y otras medidas relacionadas (2017-2020)24. La estrategia de reducción voluntaria de sal, azúcar y grasas promovida por AECOSAN merece una mención especial por su oportunidad y buena gestión. Esta iniciativa está en sintonía con el programa PASFEC, promovido históricamente por la Fundación Española del Corazón, que ha favorecido en los últimos años la reformulación de muchos productos procesados con el objetivo de mejorar su perfil nutricional. En este mismo sentido, necesitamos profundizar en la acción cooperativa de control de la publicidad comercial dirigida a la población más joven, para que los alimentos y bebidas que se publicitan en los medios de comunicación social, en todos sus formatos, sigan la misma senda de buena praxis informativa y sentido colaborativo de promoción de la salud.

En nuestra experiencia, los puntos clave mencionados, tanto en el aspecto alimentario como en el de actividad física, necesitan un tratamiento personalizado y un protocolo asistencial en el caso de escolares con necesidades especiales. Se debe ofrecer menús y recursos de movilidad de carácter inclusivo para los jóvenes con sobrepeso, obesidad, enfermedad metabólica, discapacidad funcional o cualquier merma en sus capacidades. Si tenemos un plan y el grupo es parte de la solución, las medidas de apoyo podrán avanzar con mejores resultados.

En el párrafo final se puede afirmar que en algunos puntos estamos en el buen camino, pero la obesidad infantil y los malos hábitos alimentarios siguen requiriendo nuestra atención y compromiso en todos los ámbitos. Sólo así será posible que en breve pueda confirmarse claramente la tendencia favorable actual.

CONFLICTO DE INTERESES

No se declara ninguno.

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