La fractura de bioprótesis degeneradas durante el procedimiento de implante percutáneo de válvula aórtica (valve-in-valve) es una técnica descrita recientemente para reducir el missmatch y los gradientes elevados tras el implante. Sin embargo, se desconoce la magnitud del beneficio en expansión o neoárea ganada. La tomografía computarizada (TC) puede ser una herramienta útil para esta decisión.
Se presenta el caso de una paciente de 83 años con una bioprótesis Mitroflow 21mm (Livanova, Reino Unido) degenerada (gradiente medio, 51 mmHg) (figura 1A-D), tratada mediante el implante percutáneo de una válvula autoexpandible Evolut-R 23mm (Medtronic, Estados Unidos) (figura 1E). Tras el procedimiento persistieron los gradientes aumentados (figura 1F), y una nueva TC 2 días después demostró expansión incompleta y asimétrica de la prótesis, limitada por el anillo de la bioprótesis quirúrgica (figura 1G,H). Gracias a estos datos, se decidió fracturar el anillo protésico en un procedimiento diferido, con un balón True 22mm (Bard, Estados Unidos) (figura 1I,J). La paciente quedó asintomática y una tercera TC 8 meses después demostró fractura de la bioprótesis (flechas naranjas), expansión completa y circular de la prótesis (figura 1K,L) y un incremento del área del 46% y del diámetro del 25%.
Esta es la primera descripción de evaluación seriada mediante TC del procedimiento de fractura de bioprótesis, así como la primera cuantificación del área ganada, e ilustra una nueva utilidad de la TC para guiar el procedimiento de valve-in-valve. La infraexpansión grave/asimétrica debe animar a fracturar, y la experiencia con la cantidad de diámetro ganado puede permitir el implante de prótesis más grandes de lo recomendado.