Diagnóstico clínico en cardiología
Francisco Navarro López y Juan Carlos Paré
Barcelona: Editorial Médica JIMS, S.L., 1997.
Vivimos en una época en que el médico se encuentra con problemas diferentes a los de hace apenas dos décadas; si hasta no hace mucho se trataba de obtener la información suficiente para estar al día, actualmente la dificultad es seleccionar de entre la avalancha de información que recibimos por todos los canales (Internet, Medline, revistas, congresos, industria, libros, etc.) la que aporte realmente datos sólidos y contrastados. En este contexto, ¿cuál es el papel de los libros? Muchos cardiólogos tienden a infravalorarlos, pues el proceso de impresión, distribución, etc., hace que los datos lleguen "desfasados"; no son los más recientes. Sin embargo, los buenos libros de cardiología contribuyen a realizar para el lector esa necesaria labor de filtro que recoge lo verdaderamente importante y contrastado. Y existen en el mercado muchos y buenos textos que cumplen a la perfección esa misión. ¿Es necesario, pues, otro libro de cardiología? El libro de los Dres. Navarro López y Paré viene a demostrar que sí. Los conocimientos que en él se recogen están presentes en otros textos de cardiología, pero no de la manera en que ellos los orientan. El enfoque del libro es eminentemente práctico, siguiendo principios plenamente aceptados en la enseñanza anglosajona ­aunque no tanto en nuestras Facultades de Medicina­ como el abordaje basado en la resolución de problemas, y estableciendo estrategias de diagnóstico y tratamiento escalonado de los diversos cuadros a partir de criterios de valor predictivo y valor diagnóstico añadido de las diversas pruebas, sin olvidar aspectos hoy día imprescindibles como la relación coste-eficacia. Es importante también la introducción de la codificación de las distintas enfermedades (ICD), así como la inclusión de los códigos de los distintos GRD (grupos relacionados con el diagnóstico). El texto ofrece, además, una magnífica e ilustrativa sección iconográfica. Por último, hay que hacer referencia a un aspecto que los autores declaran en el prólogo: la importancia que la interacción con estudiantes y residentes ha tenido en el diseño y la gestación del libro. La enseñanza continuada de la medicina clínica es una tarea interactiva en la que, independientemente de la posición de cada uno, todos pueden aprender de todos. Nuevamente este planteamiento, absolutamente actual, choca con ideas tradicionales de algunas de nuestras Facultades que siguen apegadas a fórmulas de enseñanza ya periclitadas.
Confieso que he disfrutado leyendo este libro. A mí me ha sido ­y me será­ de gran utilidad, como espero que lo sea para estudiantes, residentes de cardiología, cardiólogos y, en general, todos aquellos profesionales que traten con enfermos cardiópatas, a los que de todo corazón recomiendo su lectura.
Eduardo de Teresa
Servicio de Cardiología. Hospital Virgen de la Victoria. Málaga.