ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 75. Núm. 3.
Páginas 232-241 (Marzo 2022)

Artículo original
Prevalencia de obesidad y factores de riesgo cardiovascular asociados en la población general española: estudio ENPE

Prevalence of obesity and associated cardiovascular risk factors in the Spanish population: the ENPE study

Carmen Pérez-RodrigoabGotzone Hervás BárbarabMarta Gianzo CitoresbJavier Aranceta-Bartrinaabcde

Opciones

Resumen
Introducción y objetivos

La obesidad es un importante problema de salud pública y se asocia con mayor riesgo de adquirir factores de riesgo cardiovascular (FRCV). En este estudio se estima la prevalencia de sobrecarga ponderal y obesidad abdominal (OA) en población española de edad ≥ 3 años y se analiza la influencia de factores sociodemográficos y estilos de vida y la relación con los FRCV.

Métodos

La muestra procede del estudio ENPE (n=6.800). El protocolo incluía mediciones antropométricas individuales, factores sociodemográficos, consumo alimentario (cuestionario sobre frecuencia de consumo), actividad física, estilos de vida y problemas de salud.

Resultados

La prevalencia total estimada de obesidad (22,0%; IC95%, 21,0%-23,0%) y OA (64,7%; IC95%, 63,5%-65,8%) es mayor en varones, con edad ≥ 65 años y menor nivel socioeconómico y de la región sur. El perfil de estilos de vida se asocia significativamente con obesidad y OA (p=0,011), con menor probabilidad de obesidad en el perfil más activo (p<0,0001). La obesidad (OR=1,85; IC95%, 1,24-2,78) y la OA (OR=2,16; IC95%, 1,1-4,24) se asocian positivamente con FRCV. La coexistencia de FRCV con OA es mayor entre las mujeres (12,6%; IC95%, 11,4%-13,9%) y aquellos con edad ≥ 65 años (32,7%; IC95%, 30,0%-35,4%).

Conclusiones

La prevalencia de obesidad y OA en población española es alta, mayor en varones, aumenta con la edad y presenta relación inversa con el nivel socioeconómico. El perfil de estilos de vida con mayor nivel de actividad física, sedentarismo moderado y patrón alimentario mediterráneo se asocia con menor probabilidad de obesidad, OA y FRCV.

Palabras clave

Obesidad
Obesidad abdominal
Estilo de vida
Factores de riesgo cardiovascular
INTRODUCCIÓN

La obesidad es un problema mundial de salud asociado con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad renal crónica, distintos tipos de cáncer, alteraciones osteomusculares y problemas relacionados con la imagen corporal1. En general, la prevalencia de valores elevados del índice de masa corporal (IMC: peso en kilos dividido por el cuadrado de la talla en metros) ha aumentado con ritmo acelerado desde la década de los ochenta, especialmente preocupante en niños y adolescentes2. Se estima que el 41% de las muertes y el 34% de los años de vida ajustados por discapacidad relacionados con el IMC se debieron a enfermedades cardiovasculares en personas obesas2. Además, se ha visto que la obesidad se proyecta desde la infancia hacia la edad adulta, lo que aumenta los riesgos asociados en adultos y hace imprescindible disponer de sistemas adecuados de vigilancia que permitan el diagnóstico precoz, monitorizar tendencias y evaluar la eficacia de intervenciones preventivas3,4.

Desde hace tiempo se ha aceptado el IMC como indicador para estimar la tipificación ponderal con fines de cribado y análisis epidemiológicos, aunque tiene limitaciones y ha suscitado algunas controversias5. En la población infantil y juvenil, se han propuesto distintos puntos de corte específicos por edad y sexo según estándares de crecimiento de referencia6. En adultos mayores, valores del IMC <23 se pueden asociar con mayor riesgo de mortalidad7.

La obesidad influye de forma negativa en los factores de riesgo cardiovascular (FRCV); hipertensión arterial (HTA), dislipemia, resistencia a la insulina y diabetes mellitus tipo 21,2,8. El exceso de tejido adiposo abdominal visceral es predictor fiable de adquirir FRCV independientes de la grasa corporal total9.

La obesidad, la obesidad abdominal (OA), la dislipemia, la diabetes y la HTA se reconocen como factores biológicos de riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares. Con frecuencia estos factores coexisten y conllevan mayor riesgo9. Una dieta inadecuada, la falta de actividad física o el sedentarismo son estilos de vida asociados con mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares y otras afecciones crónicas de aparición prematura10.

Este trabajo aporta una estimación general de la prevalencia de sobrecarga ponderal y OA en una muestra aleatoria de la población española mayor de 3 años, analiza los factores sociodemográficos y estilos de vida asociados y su relación con los FRCV. En publicaciones previas se ha descrito la distribución de los indicadores antropométricos y la prevalencia por grupos de edad y sexo11,12.

MÉTODOS

Este análisis es parte del estudio ENPE (Estudio Nutricional de la Población Española)11,12, estudio observacional, transversal, realizado en una muestra probabilística de base poblacional (ámbito: personas mayores de 3 años residentes en viviendas familiares principales de todo el territorio nacional), seleccionada por un procedimiento aleatorio polietápico, con estratificación de las unidades de primera etapa (secciones censales) por comunidades autónomas (k=17), 400 individuos por estrato (n=6.800). Segundo nivel: viviendas principales en cada unidad censal. Por rutas aleatorias, se seleccionaron las viviendas, a 1 individuo de cada hogar, con cuotas controladas por edad (3-8, 9-18, 19-64 y ≥ 65 años), sexo y tamaño de municipio, según el censo poblacional (Instituto Nacional de Estadística, enero de 2014). Error muestral, el 1,62%. Se ponderó la muestra según la población española por grupos de edad, sexo y tamaño de municipio. La varianza se estimó aplicando técnicas de bootstrap, sin corrección para poblaciones finitas.

La información se recogió mediante entrevista personal en el domicilio del participante (mayo de 2014 a mayo de 2015). SIGMA DOS, empresa de estudios poblacionales, diseñó la muestra y coordinó la logística del trabajo de campo.

Se excluyó de las mediciones antropométricas a las embarazadas y a quienes no pudieran mantenerse en bipedestación o tuvieran extremidades inmovilizadas con férulas de escayola no removibles. Se incluyó finalmente a 6.800 individuos, de los que 3.514 eran mujeres (51,7%).

Mediciones antropométricas

Tomaron las mediciones antropométricas individuales encuestadores profesionales bien entrenados que recibieron formación específica presencial de los autores del estudio. Se siguieron los protocolos internacionales estandarizados13 probados previamente en un estudio piloto. Las mediciones se realizaron con los sujetos en bipedestación, descalzos y con ropa ligera mediante los instrumentos y procedimientos que se detallan a continuación: para la talla, tallímetro portátil Seca modelo 213 (Seca GmbH & Co., Alemania) (límites, 0-200cm; precisión, 0,1cm); para el peso corporal, básculas digitales calibradas Seca modelo 803 (límites, 0,1-150kg; precisión, 0,1kg); para el perímetro de la cintura, medido por triplicado en el punto medio entre último reborde costal y la cresta iliaca, cinta métrica inextensible modelo Seca 201 (intervalo, 0-150cm; precisión, 0,1cm). Se calculó el IMC y el índice cintura/talla —perímetro de la cintura (cm) / talla (cm)—.

Los controles de calidad permitieron estimar errores técnicos de medición relativos intraobservador e interobservadores <1% en todos los parámetros antropométricos referidos, inferiores a lo considerado aceptable13.

Se clasificaron como sobrepeso (preobesidad) los valores de IMC ≥ 25 y <30 y como obesidad, IMC ≥ 30. En menores de 18 años se utilizaron z-scores del IMC específicos por edad y sexo y puntos de corte de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud6. La OA se definió como valores del índice de cintura/talla> 0,514.

Factores sociodemográficos

Se consideraron el sexo, los grupos de edad (3-8, 9-18, 19-64 y ≥ 65 años), el nivel socioeconómico familiar según el nivel de estudios y la ocupación (alto-medio alto, medio-medio, medio-bajo y bajo), la región geográfica (Norte-Oeste: Galicia y Principado de Asturias; Norte-Este: Cantabria y País Vasco; Centro: Castilla y León, Comunidad de Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha; Centro-Este: Comunidad Foral de Navarra, La Rioja y Aragón; Este: Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana; Sur: Canarias, Andalucía y Región de Murcia) y tamaño de la localidad de residencia (de <5.000 a> 200.000 habitantes).

Estilos de vida

Se consideraron hábitos alimentarios, actividad física, sedentarismo, horas de sueño y hábito de fumar (fumador, exfumador, no fumador). El consumo habitual de alimentos y bebidas se estimó con un cuestionario de frecuencia de consumo alimentario semicuantitativo que se cumplimentó mediante entrevista. La información sobre nivel de actividad física y sedentarismo se recogió con el International Physical Activity Questionnaire (IPAQ)15, versión adaptada a menores de 16 años16.

Problemas de salud

Se valoraron como información comunicada por los encuestados, mediante la pregunta: «¿Padece alguno de los siguientes problemas crónicos de salud: colesterol alto (dislipemia), presión arterial alta o diabetes?», con opciones de respuesta sí/no.

Análisis de los datos

Se analizó a los individuos mayores de 3 años con información completa de las variables de interés (IMC, n=6.422 [94,4%]; perímetro de la cintura y talla n=6.454 [94,9%]). Se calculó la prevalencia de obesidad y OA con su intervalo de confianza del 95% (IC95%) por sexo y grupo de edad. Se ponderó la muestra de acuerdo con la distribución de la población española. Al comparar las estimaciones por comunidades autónomas, se ajustaron las tasas por el método directo, según la distribución de la población española. Se utilizaron la prueba de la χ2 y el z-test para comparar las tasas de prevalencia según edad y sexo. Se analizó la asociación de factores sociodemográficos y estilos de vida con la prevalencia de obesidad y OA mediante modelos de regresión logística.

A partir del consumo de alimentos habitual diario (g/día), transformados en z-score, se identificaron 4 patrones alimentarios mediante análisis factorial (componentes principales; rotación varimax; Kaiser-Meyer-Olkin, 0,82). Posteriormente, en el grupo de mayores de 18 años se realizó un análisis de conglomerados bietápico incluyendo las puntuaciones de los factores, el número habitual de comidas diarias, actividad física (baja, moderada, alta), tiempo medio de sedentarismo (cuartiles) y horas habituales de sueño diario para identificar perfiles de estilos de vida, que se incorporaron en modelos de regresión logística (variables independientes) con obesidad y OA, respectivamente, como variables dependientes, ajustadas por factores sociodemográficos.

En mayores de 18 años se analizó en modelos de regresión logística la asociación de la tipificación ponderal y OA, hábito de fumar y perfiles de estilos de vida (variables independientes), con dislipemia, HTA y diabetes, respectivamente, como variables dependientes, ajustadas por factores sociodemográficos. Asimismo, se analizó la asociación de factores sociodemográficos y estilos de vida (variables independientes) y la coexistencia de 3 o más FRCV (obesidad, OA, dislipemia, HTA, diabetes) (n=4.340 individuos con todos los datos completos válidos). Se asumió un nivel de significación del 5%. El análisis tuvo en cuenta el diseño complejo de la muestra, y se llevó a cabo utilizando el paquete IBM SPSS v. 24.0.

Consideraciones éticas

Se informó a los participantes de los objetivos y procedimientos del estudio y se solicitó el consentimiento escrito para participar. El Comité Ético de Investigación Clínica de Euskadi (PI2015147) aprobó el protocolo del estudio, que se llevó a cabo de acuerdo con la Declaración de Helsinki para estudios en humanos de la Asociación Médica Mundial, respetando la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal en todos los procesos.

RESULTADOS

La prevalencia total de obesidad fue del 22,0% (IC95%, 21,0%-23,0%) (tabla 1) y la de sobrepeso, del 36,1% (IC95%, 34,9%-37,3%), significativamente mayor en los varones (41,8%; IC95%, 40,1%-43,5%). El sobrepeso y la obesidad aumentaron con la edad a partir de los 19 años, con prevalencias más altas en el grupo de 65 y más años. Son obesos el 15,9% (IC95%, 12,6%-19,6%) del grupo de 3-8 años y el 11,6% (IC95%, 9,3%-14,2%) del de 9-18 años.

Tabla 1.

Prevalencia de categorías de tipificación ponderal según el valor del índice de masa corporal y obesidad abdominal (índice cintura/talla) en la muestra total, por sexo, grupos de edad, comunidad autónoma, nivel socioeconómico y tamaño de la localidad de residencia

  NormopesoSobrepesoObesidadObesidad abdominal
  % (IC95%)  % (IC95%)  % (IC95%)  % (IC95%) 
Total  2.753  41,9 (40,7-43,1)  2.306  36,1 (34,9-37,3)  1.363  22,0 (21,0-23,0)  4.014  64,7 (63,5-65,8) 
Sexo
Varones  1.157  36,2 (34,6-37,9)  1.284  41,8 (40,1-43,5)b  682  22,0 (20,6-23,5)  2.063  68,3 (66,7-69,9)b 
Mujeres  1.596  47,4 (45,7-49,2)  1.022  30,6 (29,0-32,2)  681  22,0 (20,6-23,5)  1.951  61,2 (59,5-62,8) 
Grupos de edad
3-8 años  238  60,2 (55,5-64,8)  84  24,0 (20,1-28,2)b  68  15,9 (12,6-19,6) b  123  33,6 (29,1-38,3) b 
9-18 años  405  66,0 (62,4-69,7)  159  22,3 (19,2-25,6)  69  11,6 (9,3-14,2)  144  25,5 (22,3-29,0) 
19-64 años  1.880  42,3 (40,8-43,8)  1.553  37,6 (36,1-39,1)  820  20,1 (18,9-21,3)  2.709  66,1 (64,7-67,5) 
≥ 65 años  230  20,3 (18,0-22,6)  510  42,8 (40,0-45,7)  406  36,9 (34,1-39,7)  1.038  91,6 (90,0-93,1) 
Comunidad autónomaa
Andalucía  137  36,0 (24,0-50,0)  139  37,3 (24,2-52,6)  93  26,7 (15,5-40,8)  255  68,7 (57,6-78,4) 
Aragón  148  39,5 (27,1-53,2)  135  35,9 (23,4-50,5)  97  24,4 (14,4-37,9)  251  65,2 (53,1-75,8) 
Principado de Asturias  122  36,4 (23,5-50,9)  133  37,4 (24,2-53,0)  92  26,2 (15,1-40,2)  215  59,4 (45,9-72,4) 
Islas Baleares  225  56,3 (42,4-69,7)  123  31,8 (20,0-46,5)  40  11,7 (5,1-22,8)  147  39,6 (27,7-52,0) 
Canarias  157  41,7 (28,6-56,0)  121  35,1 (22,3-50,2)  78  23,1 (12,8-37,3)  211  60,4 (48,0-71,5) 
Cantabria  168  44,0 (30,7-57,6)  143  37,6 (24,9-52,3)  69  18,4 (9,5-31,6)  204  52,5 (39,8-65,0) 
Castilla-La Mancha  162  39,1 (26,8-53,0)  147  38,9 (25,9-53,4)  79  22,0 (12,1-35,6)  247  66,0 (54,8-76,0) 
Castilla y León  160  41,9 (29,2-55,8)  144  36,5 (23,6-51,1)  81  21,5 (12,0-35,0)  263  66,5 (54,1-77,6) 
Cataluña  176  49,1 (35,2-62,5)  131  34,7 (22,3-49,6)  67  16,1 (8,3-28,2)  245  62,6 (49,3-74,4) 
Extremadura  165  43,2 (30,1-56,9)  142  36,6 (23,7-51,6)  78  20,2 (11,2-33,2)  277  70,9 (60,0-79,9) 
Galicia  136  35,5 (24,2-48,4)  146  37,7 (25,4-52,0)  105  26,7 (16,5-39,9)  255  65,3 (53,4-75,6) 
Comunidad de Madrid  157  39,7 (26,5-54,3)  133  34,9 (22,4-49,8)  92  25,2 (14,5-39,2)  250  69,9 (56,5-80,4) 
Comunidad Foral de Navarra  174  45,1 (31,5-59,6)  123  34,0 (21,2-49,0)  76  20,8 (11,5-33,4)  221  61,1 (48,1-72,4) 
País Vasco  190  48,0 (34,2-62,3)  137  35,1 (22,5-50,0)  62  16,5 (8,0-29,8)  206  52,5 (39,2-65,6) 
Región de Murcia  144  35,5 (24,2-49,2)  146  38,6 (25,5-53,2)  93  25,7 (15,2-39,4)  251  66,4 (53,9-76,7) 
La Rioja  158  42,8 (29,1-57,3)  138  36,9 (24,0-51,8)  75  20,1 (10,4-33,7)  250  65,5 (52,0-77,4) 
Comunidad Valenciana  174  42,7 (30,1-56,3)  125  34,3 (21,9-48,7)  86  22,7 (12,7-36,3)  266  70,1 (59,1-79,4) 
Nivel socioeconómico
Alto-medio alto  465  57,2 (53,7-60,6)  258  31,2 (28,1-34,4)  98  11,6 (9,6-14,0) b  414  51,9 (48,4-55,3) b 
Medio-medio  672  43,9 (41,2-46,5)  541  37,2 (34,7-39,8)  267  19,0 (17,0-21,1)  860  63,0 (60,4-65,5) 
Medio bajo  932  36,0 (34,1-37,9)  938  39,6 (37,7-41,5)  586  24,5 (22,8-26,2)  1.661  69,5 (67,6-71,2) 
Bajo  527  37,5 (35,0-40,0)  507  34,3 (31,9-36,8)  370  28,2 (25,9-30,6)  970  69,7 (67,3-72,0) 
Tamaño del hábitat
<5.000 hab.  451  40,7 (37,7-43,6)  410  37,0 (34,1-39,9)  256  22,3 (19,9-24,9)  763  67,6 (64,8-70,4) 
5.000-15.000 hab.  530  41,9 (39,1-44,8)  426  36,0 (33,3-38,8)  248  22,1 (19,8-24,6)  748  65,1 (62,3-67,7) 
15.000-50.000 hab.  565  44,2 (41,5-47,0)  460  35,5 (32,9-38,2)  252  20,3 (18,1-22,6)  747  63,2 (60,5-65,9) 
50.000-200.000 hab.  599  43,6 (40,9-46,2)  496  36,4 (33,9-39,0)  261  20,0 (17,9-22,2)  834  64,2 (61,6-66,8) 
> 200.000 hab.  608  39,7 (37,4-42,1)  514  35,8 (33,5-38,1)  346  24,5 (22,5-26,7)  922  64,0 (61,6-66,2) 

IC95%: intervalo de confianza del 95%; hab.: habitantes.

a

Ajustado por edad por el método directo de acuerdo con la población española.

b

p <0,001.

La prevalencia de OA estimada (64,7%; IC95%, 63,5%-65,8%) fue mayor en los varones (68,3%; IC95%, 66,7%-69,9%), aumentó con la edad a partir de los 19 años y alcanzó la mayor tasa en el grupo ≥ 65 años (91,6%; IC95%, 90,0%-93,1%).

Factores asociados con la sobrecarga ponderal y la obesidad abdominalFactores sociodemográficos

La tabla 1 muestra la prevalencia de distintas categorías de IMC según nivel socioeconómico, tipo de hábitat y comunidad autónoma (ajustadas por edad). La tabla 2 muestra las odds ratio (OR) de prevalencia con sus IC95% de obesidad y OA según factores sociodemográficos. La edad, el nivel socioeconómico, el tamaño del hábitat y la región geográfica se asocian significativamente con la prevalencia de obesidad. La probabilidad de obesidad entre los 9 y los 34 años es menor que en el grupo más joven, pero aumenta significativamente a partir de los 55 años. Se observa una asociación inversa con el nivel socioeconómico y menor probabilidad de obesidad en las regiones Norte-Este, Centro y Este respecto a la Sur.

Tabla 2.

Factores sociodemográficos asociados con la prevalencia de obesidad y obesidad abdominal

  ObesidadObesidad abdominal
  OR (IC95%)  OR (IC95%) 
Mujeres     
Varones  1,13 (1,00-1,28)  0,057  1,71 (1,52-1,93)  <0,001 
Grupos de edad    <0,001    <0,001 
3-8 años     
9-18 años  0,53 (0,36-0,78)  0,001  0,60 (0,44-0,81)  0,001 
19-24 años  0,42 (0,27-0,64)  <0,001  1,04 (0,77-1,40)  0,814 
25-34 años  0,62 (0,43-0,90)  0,011  1,98 (1,50-2,63)  <0,001 
35-44 años  1,11 (0,80-1,55)  0,518  3,80 (2,89-4,99)  <0,001 
45-54 años  1,14 (0,83-1,58)  0,419  5,82 (4,42-7,67)  <0,001 
55-64 años  2,22 (1,61-3,08)  <0,001  15,08 (10,94-20,79)  <0,001 
65-74 años  2,41 (1,73-3,34)  <0,001  19,04 (13,55-26,76)  <0,001 
≥ 75 años  2,32 (1,63-3,28)  <0,001  17,99 (12,19-26,53)  <0,001 
Nivel socioeconómico    <0,001    <0,001 
Alto-medio alto     
Medio-medio  1,68 (1,30-2,17)  <0,001  1,56 (1,28-1,89)  <0,001 
Medio bajo  1,97 (1,55-2,49)  <0,001  1,64 (1,36-1,96)  <0,001 
Bajo  2,13 (1,66-2,74)  <0,001  1,76 (1,43-2,16)  <0,001 
Tamaño del hábitat    0,038    <0,001 
<5.000 hab.     
5.000-15.000 hab.  0,83 (0,67-1,03)  0,090  0,81 (0,64-1,02)  0,072 
15.000-50.000 hab.  0,85 (0,69-1,05)  0,137  0,52 (0,41-0,64)  0,000 
50.000-200.000 hab.  0,82 (0,67-1,01)  0,058  1,11 (0,92-1,35)  0,283 
> 200.000 hab.  1,04 (0,86-1,27)  0,670  0,90 (0,74-1,10)  0,314 
Región    <0,001    <0,001 
Sur     
Norte-Oeste  1,03 (0,82-1,29)  0,801  0,64 (0,52-0,78)  <0,001 
Norte-Este  0,63 (0,49-0,81)  <0,001  0,66 (0,54-0,81)  <0,001 
Centro  0,81 (0,66-0,99)  0,037  0,65 (0,53-0,80)  <0,001 
Centro Este  0,83 (0,67-1,02)  0,080  0,67 (0,55-0,82)  <0,001 
Este  0,61 (0,49-0,76)  <0,001  0,72 (0,59-0,87)  0,001 

hab.: habitantes; IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio de prevalencia.

El sexo, la edad, el nivel socioeconómico, el tamaño del hábitat y la región geográfica se asocian con OA (tabla 1). La probabilidad de OA es mayor en varones y aumenta progresivamente con la edad, especialmente a partir de los 55 años. Se aprecia relación inversa con el nivel socioeconómico.

Estilos de vida

Se identificaron 4 patrones alimentarios, etiquetados como «patrón carnes-proteico-pasta» (CPP) por mayor polarización hacia estos grupos de alimentos, «patrón dulces-bollo-leche» (DBL), «patrón mediterráneo» (DM) con mayor presencia de pescados, legumbres, yogur, aceite de oliva, frutas y verduras, y «patrón aperitivos salados-postres lácteos-bebidas azucaradas» (ASPLBA). En mayores de 18 años se identificaron 4 perfiles de estilos de vida, definidos principalmente por el nivel de actividad física y el tiempo de sedentarismo: a) no activo-moderado sedentario-mayor puntuación en el patrón DM+ y se aleja del patrón ASPLBA; b) muy activo-moderado sedentario-puntuación mayor en el patrón DM++, patrón DBL+ y patrón ASPLBA+; c) no activo-muy sedentario-dieta neutra, y d) no activo-muy sedentario-mayor puntuación en el patrón CPP+ y menor en el patrón DBL–.

La prevalencia de obesidad y de OA fue significativamente menor (p<0,0001) en el perfil activo (17,7%) respecto a los otros 3 grupos (el 24,5, el 22,7 y el 22,2%) para obesidad y el 62,7% en el perfil activo frente al 72,0, el 69,8 y el 72,6% (p<0,0001) para OA. En la figura 1 se muestran las OR de prevalencia de obesidad y OA en modelos ajustados por edad, sexo y nivel socioeconómico para los perfiles de estilos de vida y hábito de fumar en mayores de 18 años. Se estimaron las OR de obesidad (OR=0,82; IC95%, 0,66-1,03) (figura 1A) y OA (OR=0,85; IC95%, 0,69-1,04) (figura 1B) para el perfil muy activo-moderadamente sedentario respecto al no activo-moderadamente sedentario. Las de obesidad (OR=0,72; IC95%, 0,61-0,87) y OA (OR=0,83; IC95%, 0,71-0,97) fueron significativamente inferiores en fumadores que en no fumadores.

Figura 1.

OR de prevalencia de obesidad (A) y obesidad abdominal (B) según el perfil de estilos de vida y el hábito de fumar. OR de prevalencia ajustada por factores sociodemográficos en mayores de 18 años. DM: dieta mediterránea; IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.

(0.26MB).
Obesidad, obesidad abdominal y factores de riesgo cardiovascular

En la figura 2A-C se muestran las OR de prevalencia de obesidad y OA en relación con la presencia (autoinformada) de dislipemia (hipercolesterolemia), HTA o diabetes en mayores de 18 años. En modelos ajustados por edad, sexo, nivel socioeconómico, hábito tabáquico y perfil de estilos de vida, el sobrepeso, la obesidad y la OA se halló asociación positiva con la dislipemia (figura 2A) y la HTA (figura 2B). La probabilidad de HTA fue menor en las personas con perfil muy activo-poco sedentario respecto a las no activas moderadamente sedentarias. Obesidad y OA se asociaron con mayor probabilidad de diabetes mellitus (figura 2C). La probabilidad fue menor en las personas clasificadas en el perfil muy activo-moderadamente sedentario.

Figura 2.

OR de prevalencia de hipercolesterolemia (A), hipertensión arterial (B) y diabetes mellitus (C) según perfil de estilos de vida, hábito de fumar, tipificación ponderal y obesidad abdominal. OR de prevalencia ajustada por edad, sexo, nivel socioeconómico, hábito tabáquico y perfil de estilos de vida en mayores de 18 años. DM: dieta mediterránea; IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.

(0.46MB).

La coexistencia de dislipemia, HTA y diabetes (autoinformadas) con obesidad o con OA fue significativamente mayor en las mujeres y en el grupo de edad ≥ 65 años (tabla 3). La OR de prevalencia de agrupamiento de FRCV mostró asociación inversa con el nivel socioeconómico; en la región Norte-Este frente a la región Sur, se obtuvo OR=0,32 (IC95%, 0,20-0,53); en fumadores frente a no fumadores, OR=0,60 (IC95%, 0,44-0,80); en exfumadores, OR=2,06 (IC95%, 1,48-2,86). La probabilidad de coexistencia de FRCV fue menor en el perfil de estilos de vida muy activo-moderado sedentarios-patrón DM++ respecto al perfil no activo-moderado sedentarios-patrón DM+.

Tabla 3.

Prevalencia de la coexistencia de 3 o más condiciones biológicas de riesgo cardiovascular y odds ratio de prevalencia según factores sociodemográficos y estilos de vida en población mayor de 18 años

  Prevalencia  Odds Ratio 
    % (IC95%)  OR (IC95%)   
Sexo        0,035 
Mujer  342  12,6 (11,4-13,9)   
Varón  243  9,6 (8,5-10,7)  0,89 (0,72-1,11)   
Grupos de edad        <0,001 
19-64 años  210  5,1 (4,5-5,8)   
≥ 65 años  375  32,7 (30,0-35,4)  6,76 (5,38-8,48)   
Nivel socioeconómico        <0,001 
Alto-medio alto  37  5,4 (3,9-7,4)  0,44 (0,29-0,68)   
Medio-medio  64  5,7 (4,4-7,1)  0,48 (0,34-0,68)   
Medio bajo  258  11,9 (10,6-13,4)  0,87 (0,68-1,11)   
Bajo  222  19,3 (17,1-21,7)   
Región        <0,001 
Sur  143  10,9 (9,3-12,7)   
Norte-Oeste  66  15,1 (11,9-18,6)  0,98 (0,67-1,43)   
Norte-Este  20  6,2 (3,8-9,0)  0,32 (0,20-0,53)   
Centro  155  11,3 (9,7-13,1)  1,01 (0,72-1,42)   
Centro-Este  33  13,1 (9,2-17,5)  0,89 (0,62-1,28)   
Este  167  10,8 (9,3-12,4)  0,91 (0,63-1,32)   
Tamaño del hábitat        0,094 
<5.000 hab.  97  11,5 (9,5-13,9)   
5.000-15.000 hab.  119  12,2 (10,3-14,4)  0,87 (0,61-1,25)   
15.000-50.000 hab.  100  10,1 (8,4-12,1)  0,93 (0,65-1,33)   
50.000-200.000 hab.  113  10,2 (8,5-12,1)  0,80 (0,57-1,14)   
> 200.000 hab.  156  11,6 (10,0-13,4)  1,26 (0,91-1,75)   
Hábito de fumar        <0,001 
No  403  13,1 (11,9-14,3)   
Exfumador  78  22,3 (18,2-26,9)  2,06 (1,48-2,86)   
Sí  90  5,4 (4,4-6,5)  0,60 (0,44-0,80)   
Perfil de estilos de vida        <0,001 
1. No activo-moderado sedentario-dieta mediterránea +, bebidas azucaradas –  133  16,0 (13,6-18,6)   
2. Muy activo-moderado sedentario-dieta mediterránea++, lácteo-bollo+, bebidas azucaradas +  88  5,8 (4,7-7,0)  0,61 (0,44-0,84)   
3. No activo-muy sedentario-dieta neutra  180  13,3 (11,6-15,2)  0,99 (0,74-1,32)   
4. No activo-alto sedentario-dieta proteica-feculenta++, lácteo-bollo –  112  12,8 (10,6-15,1)  0,79 (0,58-1,08)   

hab.: habitantes; IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio de prevalencia.

DISCUSIÓN

En el estudio ENPE se estimó una prevalencia de exceso ponderal que alcanzó al 58,1% (IC95%, 56,9%-59,3%) del colectivo; con obesidad, el 22,0% (IC95%, 21,0%-23,0%). El sobrepeso fue mayor en los varones y tanto el sobrepeso como la obesidad aumentaron con la edad a partir de los 19 años. La prevalencia de OA se estimó del 64,7% (IC95%, 63,5%-65,8%), también mayor en los varones y aumentando con la edad a partir de los 19 años. Estas cifras son similares a las comunicadas en Canadá, en Ontario y Quebec (6-79 años)17, y en Portugal (3 meses-84 años)18. En Estados Unidos (2015-2016) se comunicaron prevalencias de obesidad del 39,6% en edades ≥ 20 años19. En el ámbito geográfico de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) se estimó la sobrecarga ponderal media en un 60%; la de obesidad, un 25% (en menores de 20 años, el 18,7% con sobrepeso y el 9,9% con obesidad), fluctuando entre el 3,6% (India) y el 39,6% (Estados Unidos)20.

Análisis recientes proyectan un incremento del 16% del exceso de peso en España para 2030, con un aumento del 58% en sobrecoste sanitario directo21.

Las Encuestas Nacionales de Salud proporcionan información muy relevante en salud pública sobre peso, talla y problemas de salud comunicados por los encuestados. Con estos datos se han publicado distintos análisis de prevalencia de obesidad en España y factores asociados22, de indudable interés. Sin embargo, con esta información se subestima la prevalencia de obesidad, con un error que se ha calculado en 2,0-2,7 puntos porcentuales en varones y 4,7-5,9 puntos en mujeres23 respecto a las estimaciones basadas en mediciones. La magnitud y la repercusión sanitaria, económica y social de la obesidad hacen necesario disponer de un sistema de vigilancia de calidad basado en mediciones, que además incluya información de calidad sobre factores relacionados. En su defecto, los estudios transversales poblacionales, bien diseñados, con protocolos cuidados y determinaciones antropométricas individuales proporcionan información valiosa.

Distintos análisis coinciden con este estudio en la desigual distribución del problema en función del nivel socioeconómico22,24,25, con mayor prevalencia cuanto menor nivel. Asimismo, se han descrito desigualdades socioeconómicas en la distribución de conductas de riesgo como hábitos alimentarios inadecuados, bajos niveles de actividad física y consumo de tabaco24,25. Otros estudios también observaron diferencias en la distribución geográfica relacionadas con la variabilidad en hábitos de alimentación y actividad física mediadas por desigual distribución del nivel educativo y el nivel socioeconómico26,27.

Se observó una asociación significativa entre la probabilidad de obesidad y OA y el tamaño de la localidad de residencia. Otros autores han descrito mayor prevalencia de obesidad y OA en ámbito rural28 y se han propuesto posibles mecanismos de selección social. Es importante considerar los entornos urbanos en las localidades de menor tamaño y especialmente los recursos y las iniciativas de promoción de la salud, reforzando estrategias de alfabetización alimentaria y nutricional y promoción de la actividad física junto con iniciativas que favorezcan un menor sedentarismo en todos los grupos de edad.

Se han relacionado con la obesidad10,29 los hábitos alimentarios, la actividad física, el sedentarismo y las horas de sueño. Con menos frecuencia se ha analizado la tendencia a agruparse de los estilos de vida30,31 y su relación con la obesidad. En el estudio ENPE se identificaron 4 patrones alimentarios y 4 perfiles de estilos de vida. Estudios realizados en adultos27,30, niños y adolescentes31 identificaron patrones de estilos de vida similares. Este tipo de análisis es especialmente interesante porque permite ajustar las estrategias de intervención a las características del colectivo. Las conductas de riesgo tienden a agruparse entre sí, mientras que el mayor nivel de actividad física tiende a agruparse con perfiles alimentarios más adecuados, aunque con diferencias según características sociodemográficas30,31. En este estudio, el perfil más activo-moderadamente sedentario-patrón DM++ se asocia con menor probabilidad de obesidad, dislipemia, HTA y diabetes.

Estudios en nuestro entorno analizaron la coexistencia de FRCV (obesidad, OA, dislipemia, HTA, diabetes)27,32,33, identificados con indicadores objetivos. En este estudio se estimó mayor probabilidad de coincidencia de 3 o más FRCV en exfumadores y situación más favorable en fumadores y personas con perfil de estilos de vida más activo-moderado sedentario. Otros estudios también observaron mayor prevalencia de agrupación de FRCV en no fumadores y exfumadores32,34. La situación de riesgo cardiovascular aumentado en fumadores podría favorecer que dejaran de fumar (exfumadores) siguiendo consejo médico (causalidad inversa). También es conocido que el cese de esta práctica se asocia con aumento de peso, riesgo de obesidad34 y diabetes35. Casos de coincidencia de obesidad, dislipemia, HTA y hábito de fumar podrían haber rehusado participar o incluso haber fallecido y no estar entre los casos prevalentes.

Se han descrito asociaciones positivas entre el hábito de fumar y la obesidad; incluso con el número de cigarrillos consumidos, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes34. Sería deseable reforzar las estrategias de prevención del hábito de fumar y promover estilos de vida saludable en adolescentes y jóvenes. Además, entre las intervenciones de apoyo al abandono del tabaquismo deben estar al mismo tiempo medidas para adecuar la ingesta energética y la práctica de actividad física para evitar o limitar la ganancia ponderal.

Fortalezas y limitaciones

Entre las fortalezas del estudio ENPE, cabe destacar que se realizó en una muestra aleatoria representativa de la población española, asegurando 400 entrevistas en cada comunidad autónoma. Los datos antropométricos se recogieron por medición individual, siguiendo un cuidado protocolo, además de selección y calibrado de los aparatos de medición, adiestramiento de los encuestadores, con controles de calidad en todo el proceso. Se consiguieron mediciones válidas en más del 94% de la muestra.

Entre las limitaciones, cabe mencionar que el diseño transversal no permitió establecer asociaciones de causalidad con otros factores. La presencia de factores de riesgo como dislipemia, HTA y diabetes se basó en información declarada, lo que conlleva sesgo de información. Se consiguió incluir el tamaño muestral deseado, aunque algunos autores han indicado dificultades de selección y participación de personas pertenecientes a los extremos de la distribución del nivel socioeconómico. No se dispone de información sobre las personas que rechazaron participar en el estudio, por lo que no es posible valorar el sesgo de selección.

Los autores de una interesante modelización de la obesidad como epidemia concluyen que solo se mitigará mediante estrategias preventivas para controlar el flujo desde normopeso a sobrepeso y a obesidad36.

CONCLUSIONES

La prevalencia de obesidad y OA en la población española es elevada, la OA es mayor en los varones, ambas aumentan con la edad y presentan relación inversa con el nivel socioeconómico. Perfiles de estilos de vida que combinan mayor nivel de actividad física, sedentarismo moderado y un patrón alimentario moderadamente adecuado al patrón DM se asocian con menor probabilidad de obesidad, OA y FRCV. Estrategias que favorezcan la adecuación de los hábitos alimentarios, el aumento de la actividad física y la reducción del sedentarismo son imprescindibles para la prevención del problema desde edades tempranas; la prescripción de consejo dietético y de ejercicio físico también es esencial en el tratamiento de las personas afectadas.

FINANCIACIÓN

El trabajo de campo del estudio ENPE (Estudio Nutricional de la Población Española) fue financiado por la Fundación Eroski a través de un acuerdo con SPRIM y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). El patrocinador no ha intervenido en el diseño del estudio, la recogida de datos, el análisis o la interpretación de los resultados, la redacción del manuscrito o la decisión de publicar los resultados.

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses en relación con este manuscrito.

¿QUÉ SE SABE DEL TEMA?

  • La prevalencia de obesidad en España es elevada, contribuye a la aparición de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas y se asocia con peor calidad de vida y mortalidad prematura. Esta relación puede estar afectada por la distribución de la grasa corporal.

¿QUÉ APORTA DE NUEVO?

  • Este estudio aporta datos recientes sobre la prevalencia de obesidad y OA en población general española, en una muestra de ámbito nacional, con base en mediciones antropométricas individuales. Se ha analizado la influencia de factores sociodemográficos, patrones de estilos de vida y su asociación con FRCV. Se aportan estimaciones comparables con estudios realizados en España y en otros países.

Agradecimientos

Los autores agradecen el soporte técnico y logístico de la empresa SIGMA DOS, el apoyo técnico brindado por SPRIM-España, el patrocinio de la Fundación Eroski y, de manera especial, la labor desarrollada por los profesionales del trabajo de campo y la generosidad de las personas que accedieron a participar en el estudio.

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