Revista Española de Cardiología cumple este mes su 53 aniversario, convirtiéndose así en una de las revistas decanas de esta especialidad en el contexto internacional. En un momento en que en nuestro país no existían los servicios de cardiología y que la especialidad era de «pulmón y corazón», los fundadores de la Revista apostaron por una publicación exclusivamente cardiológica, como ocurría en otros países. Este 53 aniversario, junto con la entrada en el tercer milenio de nuestra historia, es una buena ocasión para revisar su contenido y evolución recientes y analizar sus perspectivas de futuro.
En los últimos años, nuestra Revista ha ido experimentando cambios progresivos para adecuarla a las exigencias de las bases de datos e índices bibliométricos internacionales y lograr acercarla a las revistas biomédicas de máximo prestigio. Para cumplir estos objetivos fue necesario reorganizar el equipo de redacción y edición, ampliar la composición del comité editorial acogiendo a especialistas de distintas áreas relacionadas con las enfermedades cardiovasculares, y contar con la colaboración de expertos en bioestadística y metodología que revisaran los artículos originales. Junto a la imprescindible contribución de los autores que remitían sus manuscritos, se estimuló la participación de reconocidos expertos, invitándoles a escribir editoriales, artículos especiales y de revisión. Otras secciones que han tenido un notable éxito han sido las series monográficas publicadas bajo el título de Puesta al Día, los Registros de actividad clínica de las distintas secciones científicas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y las Guías de práctica clínica 1.
Al hacernos cargo de la dirección de la Revista hace dos años, nos propusimos impulsarla introduciendo ciertos cambios con el fin de mejorar el contenido científico, hacerla más interesante para los lectores, ampliar su difusión y lograr su reconocimiento internacional. Para ello apuntamos una serie de cuestiones que fundamentalmente se resumían en potenciar la publicación de artículos originales y variar el tipo de artículos, con trabajos menos técnicos y más clínicos y de interés general, e impulsando los temas poco tratados hasta el momento como la epidemiología y la prevención cardiovascular 2. Otro punto importante, paralelo al anterior, fue la apertura de la Revista a los médicos no cardiólogos e, incluso, a los científicos no médicos que desde cualquier origen y punto de vista estuvieran interesados en el área cardiovascular. Por último, y de forma coherente con lo anterior, señalábamos la necesidad de aumentar la distribución y difusión de la Revista abriéndonos a los países latinoamericanos 2.
Hoy día se puede constatar con satisfacción que el resultado de los esfuerzos emprendidos desde hace muchos años han dado lugar a la consolidación de Revista Española de Cardiología, tanto desde el punto de vista de su prestigio científico como de su difusión internacional. Actualmente la Revista está incluida en las más importantes bases de datos bibliométricos internacionales, realiza una edición electrónica anual en CD ROM que incluye la edición acumulada de los años anteriores y está presente en Internet (http://www.secardiologia.es) de forma gratuita y con el texto completo desde el año 1997.
Lograr estas metas no hubiera sido posible sin el apoyo continuo del Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de la SEC, la colaboración de los autores que nos envían de forma creciente sus manuscritos con artículos de gran calidad y, como no, el refrendo de los lectores. Así, en el último año, el número de artículos originales recibidos aumentó en un 30% respecto al año anterior 3. Este progresivo éxito en el interés suscitado por la Revista entre los autores nos ha obligado a aumentar también el número de páginas editadas, desde una media de 70 por número regular hace 3 años a las más de 100 actuales.
Con el nuevo año y la entrada en el nuevo milenio, volvemos a introducir cambios significativos en la Revista con el fin de seguir avanzando en conseguir los objetivos propuestos.
¿Qué ideas van a determinar nuestra actuación de futuro con el fin de entrar en el tercer milenio en condiciones idóneas?
En primer lugar, como el lector habrá comprobado al leer este número de la Revista, hemos realizado un cambio en profundidad en el aspecto gráfico, al igual que han hecho las mejores revistas biomédicas en los últimos años, con el fin de hacerla más atractiva, fácil de leer y consultar.
En segundo lugar, vamos a potenciar la edición electrónica de la Revista. Nuestra Revista fue una de las pioneras en adoptar el formato en CD-ROM hace ahora 5 años y una de las únicas en distribuirla de forma gratuita a todos sus suscriptores. En su última edición, el CD-ROM de la Revista contiene todo lo publicado en los años 1991-1998, volumen del que se ha hecho una distribución de 8.000 ejemplares. Por otro lado, la edición electrónica en Internet del texto completo de los artículos, y de forma gratuita, tiene un gran éxito pues es consultada unas 2.000 veces al mes, en la mayoría de los casos desde países latinoamericanos 3.
Las ediciones electrónicas de las revistas biomédicas van a ser cada vez más importantes debido, por un lado, al progresivo coste de edición y distribución de la edición en papel y, por otro lado, a la facilidad y rapidez de la consulta electrónica 4. Además, las ediciones electrónicas de revistas científicas contribuyen de forma decisiva a hacer accesible la información científica a los países en vías de desarrollo 5 y pueden llegar a revolucionar el mundo editorial 6,7. Desde la Revista Española de Cardiologíahemos apostado por potenciar todavía más la edición electrónica en Internet. Así, desde este número, todos los artículos llevan incorporado el lenguaje SGML (Standard Generalized Mark-up Language), sistema «abierto» de codificación y estructuración de documentos que va a permitir la exportación rápida y fácil de todo lo publicado a cualquier plataforma o sistema de edición, cualquiera que sea el software o programa de edición que se quiera utilizar para cada forma de edición. Ello permitirá la incorporación, por ejemplo, del texto completo de los artículos publicados en recursos de Internet que, como PubMed (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/PubMed), contienen importantes bases de datos como MEDLINE, de forma que se pueda consultar gratuitamente el artículo completo cuando se haga una búsqueda en este medio. También permitirá incluir la Revista en los grandes portales de Internet, especialmente los especializados en revistas biomédicas en español, e introducir nuevos formatos y secciones que la hagan más interesante y acoja material que, por limitaciones de espacio, no pueda publicarse en su edición tradicional en papel.
En tercer lugar, vamos a instaurar una política de publicación rápida (« Fast track») de artículos originales de especial relevancia. Actualmente, la rapidez de publicación de los artículos es uno de los factores más importantes a considerar por los investigadores a la hora de elegir una determinada revista para enviar un manuscrito. Con esta medida queremos atraer buenos artículos de investigación con el compromiso de publicarlos, una vez pasada favorablemente la evaluación por pares, en 2-3 meses a partir del envío del manuscrito a la Revista.
En cuarto lugar, con esta nueva etapa, vamos a iniciar la emisión de comunicados de prensa con el contenido de cada número de la Revista. Cada vez más, las novedades biomédicas tienen una gran repercusión en los medios de comunicación general. Esto constituye ya una demanda por parte de la sociedad y la mejor manera de no desvirtuarla es la de ayudar a los medios de comunicación en su interpretación y difusión.
Debemos subrayar que todos estos cambios no hubieran sido posibles sin el apoyo de Ediciones Doyma que han apostado decididamente por nuestra Revista realizando un gran esfuerzo en plena sintonía con los editores. Este trabajo conjunto entre los directores científicos y la Editorial creemos que es fundamental para instaurar y consolidar todas las mejoras emprendidas, así como para conseguir los objetivos comunes que nos hemos propuesto.
Pero como dicen los ingleses « last but not least», al entrar en el nuevo milenio queremos reafirmar nuestra vocación por potenciar las revistas biomédicas en español en el contexto científico internacional.
La Cardiología en español
Como hemos dicho, en la presentación de nuestra apuesta por el cambio manifestamos que estábamos especialmente interesados en recibir artículos científicos de otros países y hacer de la Revista un foro de discusión científica de todos los países de habla hispana 2. La calidad de la medicina española y la de los países latinoamericanos ha aumentado espectacularmente en los últimos años, por lo que es obvio que los resultados de investigaciones clínicas de muchos grupos científicos unidos por el nexo del idioma pueden encontrar su acomodo en nuestra Revista.
En una época en que el inglés se ha convertido en la lengua científica universal, continuamos pensando que nuestra lengua tiene un gran papel en la difusión de los avances científicos internacionales y un papel de primera magnitud en la formación continuada de los países de habla hispana. Es cierto que cada vez más las revistas cardiológicas de distintos países han ido pasándose al idioma inglés; desde el principio lo realizaron los países escandinavos, a los que les siguieron países anglosajones como Holanda y Alemania. En el último año, algunos países latinos como Italia 8, Portugal y Brasil han empezado a editar su revista oficial en inglés o realizan una edición bilingüe. En otras especialidades distintas a la cardiología, esto se ha realizado en prácticamente todos los países. Este cambio, importantísimo, se hace siempre en aras de lograr una mayor difusión de los trabajos científicos. Sin embargo, creemos que podemos lograr que los artículos publicados en nuestra Revista alcancen la misma difusión que la obtenida por los trabajos publicados en buenas revistas escritas en inglés por diferentes razones:
Revista Española de Cardiología ha alcanzado ya un prestigio científico internacional avalado por su inclusión en las bases de datos Current Contents, MEDLINE/Index Médicus y EMBASE/Excerpta Médica. Además, con este número vamos a realizar una edición internacional con una distribución de 2.000 ejemplares para aumentar su distribución y difusión fuera de España, intentando cubrir todos los países de habla hispana sin excepción. Otro punto importante es la fuerte apuesta que hemos hecho por la edición electrónica en Internet que va a permitir su completa difusión. Además de que sea ya consultable desde hace 3 años en formato completo en nuestra página web (http://www.secardiologia.es) y que esté incluida en las grandes bases de datos antes mencionadas, los cambios que vamos a introducir permitirán la inclusión del texto completo de los artículos en los grandes portales de revistas biomédicas en Internet y en el MEDLINE, lo que permitirá su completa difusión.
Hay que tener en cuenta que, actualmente, la mayoría de los médicos no disponemos de tiempo para leer más de tres o cuatro revistas científicas. Por ello, cada vez es más importante el realizar buenas revistas que contengan artículos de revisión realizados por expertos en el tema y en la lengua que sea más familiar para el lector. El resto, la información que necesitan los investigadores para estar al día y escribir sus trabajos, va a proceder cada vez más, no de la lectura de una determinada revista, sino de los resultados de una búsqueda electrónica que va a ofrecer los resúmenes (y en algunos casos el texto completo) de los trabajos buscados 4,6,7. De esta forma, las revistas biomédicas van a perder cada vez más su personalidad y, como consecuencia, la difusión del resumen en inglés de un determinado trabajo va a ser el mismo tanto si el artículo original está escrito en una u otra lengua.
En resumen, al iniciar el nuevo milenio nos reafirmamos en el objetivo principal de la Revista: la publicación de artículos de calidad, la apertura a los científicos que, desde cualquier área y desde cualquier país, estén interesados en el sistema cardiovascular, la consolidación del prestigio adquirido por la Revista tanto nacional como internacionalmente, así como la rápida adaptación a las nuevas técnicas de comunicación y el fomento de la relaciones con los medios de comunicación general. Todo ello con el fin de dar un mayor y mejor servicio a los autores y lectores de Revista Española de Cardiología.
Xavier Bosch. Editor-Jefe
Valentín Fuster. Editor Consultor
Julián P. Villacastín y Joaquín Alonso
Editores Asociados
Bibliografía
[1]
Encuesta de opinión de los lectores de la Revista Española de Cardiología. Rev Esp Cardiol 1997; 50: 1-4.
[2]
Nueva etapa de la Revista Española de Cardiología. Un cambio y un reto para el futuro. Rev Esp Cardiol 1998; 51: 1-2.
[3]
Reunión del comité editorial y asesor de Revista Española de Cardiología 1999. Rev Esp Cardiol 1999; 52: 1.165-1.166.
[4]
Printed medical journals. Will they survive? J Intern Med 1999; 246: 127-131.
[5]
Close the South-North knowledge gap. Nature 1999; 397: 201.
[6]
E-Biomed: A proposal for electronic publications in the biomedical sciences. www.nih.gov/welcome/director/ebiomed/ebi.htm
[7]
The writing is on the web for science journals in print. Nature 1999; 397: 195-200.
[8]
Anno nuovo: è tempo di cambiare. Cardiologia 1999; 44: 7-8.