Palabras clave
INTRODUCCIÓN
Los mixomas cardíacos ocurren raramente, a pesar de ser el tumor primario del corazón observado con mayor frecuencia, constituyendo el 30-50% del total en la mayoría de las serie 1 . La aurícula izquierda es su localización más común, siendo de tres a cuatro veces más frecuente que en la aurícula derecha. La incidencia en los ventrículos izquierdo y derecho es similar, con aproximadamente el 2,5% a 4% de todos los mixomas. Los mixomas ventriculares suelen ser pediculados, en oposición a los mixomas auriculares más frecuentemente de estructura sésil. Los mixomas del ventrículo izquierdo suelen observarse en un grupo de población más joven que los mixomas localizados en otras cámaras cardíacas 2,3 . Los síntomas y signos clínicos producidos por el mixoma cardíaco incluyen múltiples manifestaciones sistémicas inespecíficas, fenómenos embólicos, disfunción valvular u obstrucción de las cavidades cardíacas. Los mixomas durante mucho tiempo pueden permanecer asintomáticos pero una vez diagnosticados deben extirparse sin demora, puesto que el paciente está expuesto a complicaciones graves.
CASO CLÍNICO
Un varón de 33 años de edad sin antecedentes patológicos de interés fue remitido para la realización de estudio ecocardiográfico por presentar episodios esporádicos de palpitaciones en los últimos dos años, sin otra sintomatología asociada. Su corazón fue estructural y funcionalmente normal, excepto por la presencia de una pequeña masa homogénea de 2 * 2 cm (fig. 1), pediculada y móvil en el interior del ventrículo izquierdo, originada en su pared posterior con una base de implantación estrecha en íntimo contacto con el aparato subvalvular mitral, que no provocaba anomalías significativas del flujo mitral demostrables mediante estudio Doppler continuo, pulsado y color. El examen físico fue normal. El estudio analítico, radiografía de tórax y electrocardiograma también resultaron normales. Se realizó estudio ecocardiográfico transesofágico para visualizar la zona de implantación y demostrar la ausencia de afectación estructural y funcional del aparato subvalvular mitral, confirmándose los hallazgos del estudio transtorácico previo. No se observaron tumores adicionales en ninguna otra cámara cardíaca.
Se efectuó intervención por toracotomía media transesternal, bajo circulación extracorpórea, con canulación de ambas cavas y métodos de protección miocárdica habituales, accediendo a la cavidad ventricular izquierda a través del septo interauricular por vía de una atriotomía derecha. La válvula mitral fue normal. El tumor fue extirpado y el pedículo fue rasurado a la altura del endocardio de la pared posterior ventricular izquierda con precaución de no lesionar el músculo papilar posterior que se encontraba en íntimo contacto. En el análisis histológico subsecuente se demostraron las características típicas del mixoma.DISCUSIÓN
Este caso presenta varias notas relevantes. Es de destacar que el tumor se descubrió de forma casual en un estudio rutinario por episodios esporádicos de palpitaciones, previniendo con su extirpación el riesgo potencial de complicaciones graves. Los mixomas son tumores histológicamente benignos, pero deben considerarse potencialmente mortales por su posición estratégica. Nuestro caso presenta una localización infrecuente del mixoma cardíaco. Recientemente se han publicado varios artículos sobre mixomas ventriculares, alguno de ellos de rápido crecimiento 4 , y en otra ocasión relacionado con el síndrome de Carney, que consiste en manchas cutáneas, hiperactividad endocrina y mixomas tanto cardíacos como de otras localizaciones 5 . Las manifestaciones clínicas de los míxomas cardíacos dependen en gran medida de su localización, aproximadamente el 10% de los pacientes se mantienen asintomáticos y en el 30% de los casos la semiología es poco importante o inespecífica; el 60% de los pacientes presentan signos y síntomas obstructivos, embólicos y/o constitucionales, que constituyen la tríada clásica de presentación de estos tumores. Mientras que los mixomas auriculares se asocian frecuentemente con manifestaciones de enfermedad sistémica como pérdida de peso, fatiga, fiebre, anemia, leucocitosis y elevación de la velocidad de sedimentación globular, estos síntomas y signos no suelen estar presentes en pacientes con mixomas ventriculares 2 . Obviamente ciertos aspectos clínicos del mixoma auricular, como obtrucción al llenado ventricular izquierdo y soplo diastólico, están ausentes en pacientes con un mixoma ventricular. Las manifestaciones clínicas del mixoma ventricular son frecuentemente fenómenos embólicos, síncope y obstrucción al flujo de salida del ventrículo izquierdo que provoca un soplo sistólico 6 . La ecocardiografía transesofágica resulta útil en el diagnóstico diferencial de los tumores intracardíacos benignos y malignos, ya que muestra con mayor claridad la presencia y extensión de las masas cardíacas, distingue mejor entre localización pericárdica, intramural o intracavitaria, permite obtener detalles estructurales y en algunos casos, puede indicar la composición del tejido tumoral. La mayor calidad de imagen del estudio transesofágico comparada con la ecocardiografía transtorácica debe realzar la importancia de ambas exploraciones en la evaluación preoperatoria de los tumores cardíacos para determinar con precisión el tamaño, la zona de implantación tumoral y comprobar la posible afectación de estructuras vecinas, lo que podría influir en el procedimiento quirúrgico. Además, ocasionalmente se han publicado casos de mixomas multifocales, por lo que deben buscarse tumores adicionales en todos los pacientes con sospecha de mixoma 7 . El diagnóstico de mixoma cardíaco conlleva siempre una indicación quirúrgica de carácter preferente-urgente, dado el alto índice de complicaciones embólicas o sincopales que se pueden presentar, con una mortalidad que alcanza hasta el 10% de los pacientes en lista de espera. Los mixomas de localización ventricular no requieren una extirpación completa de la pared ventricular, ya que con resecciones más limitadas no se han observado recidivas 8 .