ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 77. Núm. 7.
Páginas 600 (Julio 2024)

In memoriam
Leandro Plaza Celemín

Miguel Ángel García FernándezaLuis Rodríguez Padialb

Opciones

La Sociedad Española de Cardiología está de luto por el fallecimiento de Leandro Plaza Celemín, reconocido cardiólogo que dedicó su vida a la promoción de la salud cardiovascular y que ha ocupado durante muchos años cargos importantes de nuestra Sociedad.

Nacido en 1937 en Corral de Almaguer, Toledo, Leandro se trasladó a Madrid a temprana edad. Su vida estuvo marcada por el exilio familiar durante la guerra civil española, lo que le llevó a México, donde completó su especialización en cardiología en 1968, en el Instituto Nacional de Cardiología. Se convirtió en uno de los máximos exponentes de la gran escuela de cardiólogos españoles que se formaron en ese centro y cambiaron la cardiología española para siempre. Su formación continuó en la Universidad de Siracusa en Nueva York, donde consolidó su conocimiento y su experiencia en el campo.

Leandro se caracterizó por su compromiso inquebrantable con la salud cardiovascular. Entre 1978 y 1987, ocupó cargos de gran responsabilidad en la Sociedad Española de Cardiología (SEC), incluidas la secretaría y la presidencia, así como la presidencia de la Fundación Española del Corazón. Durante su mandato, impulsó la Semana del Corazón, evento anual para promover hábitos saludables y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Su trayectoria profesional también lo llevó a ser jefe del Servicio de Cardiología en el Centro Nacional de Investigaciones Clínicas y Epidemiología del Instituto Carlos III, el Hospital Carlos III de Madrid. Además, ocupó cargos de liderazgo en Revista Española de Cardiología, el Consejo Nacional de Especialidades y diversas comisiones y comités relacionados con la cardiología nacionales e internacionales.

No solo fue un prominente profesional en el campo de la cardiología, sino que también destacó por su amplio horizonte cultural y su profunda pasión por el diálogo y la amistad. Era un intelectual de mente abierta, con una curiosidad insaciable que lo llevaba a explorar tanto lo clásico como lo moderno en diferentes ámbitos de la vida. Uno de nosotros tuvo la fortuna de compartir su compañía en muchas noches de ópera y su posterior tertulia. Era aún más que el placer de escuchar la ópera, disfrutar su compañía y la de su inseparable Maripi, con sus agudos juicios y comentarios, que nos enriquecían así cada experiencia compartida.

Leandro Plaza era un auténtico «caballero de la cardiología», siempre inclinado hacia el consenso y la construcción de puentes entre diferentes puntos de vista. Prefería la polémica pacífica, donde el intercambio de ideas iluminaba y enriquecía el debate, y evitaba los conflictos estériles y las confrontaciones innecesarias, tan comunes en el mundo contemporáneo. Su actitud amistosa y su disposición para escuchar y comprender a los demás dejaron una huella indeleble en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo en el ámbito personal. Su legado como un humanista comprometido con el diálogo y la armonía perdurará más allá de su partida inspirando a quienes lo conocimos a seguir su ejemplo de tolerancia, amistad y búsqueda constante del entendimiento mutuo: se nos ha ido un «hombre bueno», en el amplio concepto de Machado.

Su legado perdurará en la comunidad médica, en la Sociedad Española de Cardiología y en la lucha constante por la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Su pasión por la medicina, su dedicación a sus pacientes y su compromiso con la salud pública lo convierten en un ejemplo para las futuras generaciones de cardiólogos.

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?