ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 74. Núm. 4.
Páginas 285 (Abril 2021)

Viaje al corazón de las palabras
Heart (y III)

Fernando A. Navarro

Opciones

No sé si se han fijado en que el inglés tiene una tendencia muy marcada al uso metonínico del nombre de un órgano para referirse a una enfermedad que asienta en él o que se manifiesta de forma predominante en él. Pienso, por ejemplo, en expresiones como acute ear (otitis media aguda), black eye (hematoma periorbitario, contusión ocular), bleeders’ joint (hemartros hemofílico, artropatía hemofílica), cardiac liver (hepatopatía [o cirrosis] congestiva, hepatopatía de estasis), cotton-wool lung (bisinosis [pulmonar]), cystic breast (mastopatía fibroquística, poliquistosis mamaria), elephant leg (elefantiasis), fatty liver (esteatosis hepática), fish skin (ictiosis), fungus foot (maduromicosis), hare's eye (lagoftalmia, lagoftalmos), paper skin (xerodermia), pink eye (conjuntivitis aguda), popcorn lung (bronquiolitis obliterante [o constrictiva]), strep throat (amigdalitis estreptocócica), swimming-pool ear (otitis externa aguda) y trench throat (angina de Vincent, bucofaringitis ulceronecrosante aguda). Para mí es evidente que no es lo mismo el hígado que una hepatopatía, ni la piel que una dermatosis; y, en el registro formal, nuestro lenguaje debería reflejar con claridad esa diferencia.

Sé bien, por supuesto, que muchos de estos términos están ya tan incorporados al lenguaje médico habitual que pocos médicos reparan en la metonimia y podemos ya considerarlos consagrados por el uso. No parece realista, a estas alturas, proponer que dejemos de usar ‘abdomen agudo’ como traducción de acute abdomen, o ‘pie de atleta’ como traducción de athlete's foot, pero sí deberíamos ser conscientes al menos de que no estamos hablando de un tipo de abdomen ni de un tipo de pie, sino de sendas enfermedades o cuadros clínicos; de un síndrome abdominal agudo, abdominopatía aguda o síndrome abdominal quirúrgico (o urgente), en el primer caso, y de una dermatofitosis o tiña del pie, en el segundo.

Por motivos de claridad y precisión, recomiendo evitar en español —cuando aún sea posible— esta mala costumbre que nos llega del inglés, y distinguir claramente entre ‘pulmón’ y ‘neumopatía’, o entre ‘articulación’ y ‘artropatía’. También en cardiología, por supuesto, considero útil distinguir entre ‘corazón’ y ‘cardiopatía’; por ejemplo, en expresiones como armored heart o bony heart (pericarditis calcárea [o calcificada]), athlete's heart o athletic heart (cardiomegalia de los deportistas), bony heart (pericarditis calcárea) y hairy heart (pericarditis vellosa [o fibrinosa]); mejor, mucho mejor, que los calcos descuidados del inglés como *corazón peludo*.

Fernando A. Navarro

Consejo Editorial, Revista Española de Cardiología

Obra de referencia recomendada: Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (3.a edición), en la plataforma Cosnautas disponible en www.cosnautas.com/es/catalogo/librorojo.

Copyright © 2021. Sociedad Española de Cardiología
¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?