ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 74. Núm. 3.
Páginas 207 (Marzo 2021)

Viaje al corazón de las palabras
Heart (II)

Fernando A. Navarro

Opciones

Se supone que un cardiólogo no debería tener muchos problemas para traducir el inglés heart. Es una palabra que aprendemos en el primer curso de inglés para principiantes, y que en español traducimos normalmente por corazón (apex of heart, punta del corazón; boot-shaped heart, corazón en pico de pato) o, muy a menudo, en función atributiva, por nuestro adjetivo cardíaco: heart arrest, parada cardíaca; heart block, bloqueo cardíaco; heart chambers, cavidades cardíacas; heart failure, insuficiencia cardíaca; heart murmur, soplo cardíaco; heart rate, frecuencia cardíaca. Con frecuencia, la decisión de usar una u otra traducción dependerá del contexto, del registro, del nivel educativo de nuestro interlocutor o de las preferencias personales. Así, heart transplantation puede ser ‘trasplante de corazón’ o ‘trasplante cardíaco’; heart valves, ‘válvulas cardíacas’ o ‘válvulas del corazón’, y right margin of heart, ‘borde derecho del corazón’ o ‘borde derecho de la silueta cardíaca’.

Conviene no olvidar, además, que, en los textos especializados, sustituimos a menudo la palabra ‘corazón’ por el morfema de origen griego cardio–, mucho más usado en nuestro idioma que en inglés. Lo comenté ya aquí mismo hace unos años1 en relación con la expresión inglesa heart disease, que para nosotros suele ser ‘cardiopatía’ más que ‘enfermedad cardíaca’ o ‘enfermedad del corazón’. Algo parecido sucede con expresiones como enlarged heart (cardiomegalia), heart doctor o heart specialist (cardiólogo), heart dropsy (hidropericardio), heart-healthy (cardiosaludable), heart muscle (miocardio), heart sac (pericardio) y heart tonic (cardiotónico).

Caso aparte constituyen otras expresiones o frases hechas que piden con frecuencia una traducción más libre. Pienso, no sé, en oraciones como I tried to learn the entire book by heart o it breaks my heart to see her cry, porque nosotros no aprendemos las cosas *de corazón*, sino de memoria, y ver a llorar a alguien nos parte o nos destroza el alma más que el corazón. Otros ejemplos por el estilo son broken heart (depresión), dicky heart (cardiopatía), heartache (que no es cardiodinia ni cardialgia, sino angustia, pena o sufrimiento), heartburn (que no es ninguna quemadura cardíaca, sino pirosis, ardor de estómago, acidez gástrica o dispepsia, según el contexto), to have a cardiac heart (padecer del corazón, tener el corazón débil), heart-lung machine (sistema de circulación extracorporal [o extracorpórea]) y to lose heart (desanimarse). También expresiones como heart racing, heart throbbing, heart trepidation y pounding heart, que corresponden todas ellas a lo que nosotros llamamos ‘palpitaciones’. O el nombre coloquial de helmintos como heart-headed tapeworm y heart worm, que nosotros solemos nombrar en latín (Diphyllobothrium cordatum y Dirofilaria immitis, respectivamente) sin hacer mención directa al corazón.

¿Cómo saber cuándo conviene optar por una estrategia de traducción u otra? Muchas veces el contexto nos servirá de orientación. Pienso, por ejemplo, en un término como heartbeat, que puede ser ‘latido cardíaco’ o ‘latido del corazón’ (con frecuencia ‘latido’ a secas), pero en la expresión in a heartbeat corresponde a una frase hecha y significa ‘sin dudarlo’ o ‘sin pensarlo dos veces’. O heart pain puede corresponder en cardiología a ‘cardialgia’ o ‘cardiodinia’ (más que ‘dolor del corazón’, ¿recuerdan el ejemplo de heart disease: cardiopatía?, pero en la mayor parte de los casos corresponde más bien a ‘dolor anginoso’, o incluso directamente a ‘angina de pecho’. La traducción debe apoyarse siempre en el contexto.

Obra de referencia recomendada: Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (3.a edición), en la plataforma Cosnautas disponible en www.cosnautas.com/es/catalogo/librorojo.

Bibliografía
[1]
F.A. Navarro.
Heart disease.
Rev Esp Cardiol., (2017), 70 pp. 137
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