ISSN: 0300-8932 Factor de impacto 2023 7,2
Vol. 74. Núm. 12.
Páginas 1107-1108 (Diciembre 2021)

Imagen en cardiología
Dehiscencia del anillo protésico durante valve-in-ring mitral

Prosthetic ring dehiscence during mitral valve-in-ring

Fernando Sabatel-PérezabFernando Carrasco-ChinchillaabJuan H. Alonso-Brialesab

Opciones

Una mujer de 73 años, con anuloplastia mitral y tricuspídea previa con anillos Physio 28mm y MC3 34mm (Edwards Lifesciences, Estados Unidos) respectivamente, desarrolló una insuficiencia mitral (IM) grave sintomática con una pequeña dehiscencia anterolateral del anillo, sin fuga paravalvular (FPV) (figura 1A,B, flecha, y vídeo 1 del material adicional). Por comorbilidades, se optó por el tratamiento percutáneo mediante valve-in-ring. El área interna del anillo estimada por tomografía computarizada (TC) era de 382mm2 (figura 1C), en rango de una válvula Edwards SAPIEN-3 de 23mm. Sin embargo, la aplicación ViV-Mitral recomendaba una de 26mm, que fue la que finalmente se implantó (figura 1D) y dejó una IM tanto intraprotésica, por apertura incompleta de los velos, como periprotésica (figura 1E, asteriscos, y vídeos 2 y 3 del material adicional). La posdilatación con balón de 28mm corrigió la primera, pero aumentó considerablemente la dehiscencia, con FPV grave (figura 1F-H, flecha y asteriscos, y vídeos 4-6 del material adicional) que requirió intervención quirúrgica, con evolución posterior favorable. Se desestimó el tratamiento percutáneo de la FPV por su tamaño (> 180°) y el probable desgarro anular como etiología.

Figura 1
(0.6MB).

Este caso ilustra 2 potenciales problemas del valve-in-ring mitral que pudieron ser clave en el resultado desfavorable. La discordancia entre la medición por TC y lo recomendado por la aplicación condujo a una sobredimensión protésica que pudo alterar la movilidad de los velos. Además, acentuó las fuerzas de tensión sobre un anillo con dehiscencia en una zona crítica (figura 1I), empeorada tras la posdilatación. Como lección, deben evaluarse factores que puedan afectar al resultado final y elegir un correcto tamaño protésico; la TC parece ser la herramienta más fiable para estimarlo, aunque son necesarios más datos que confirmen dicha hipótesis. Esta publicación cuenta con el consentimiento informado por escrito de la paciente.

FINANCIACIÓN

No se ha recibido financiación.

CONTRIBUCIÓN DE LOS AUTORES

F. Sabatel-Pérez: obtención del material gráfico, redacción del texto, elaboración de la figura y corrección. F. Carrasco-Chinchilla: elaboración de la figura, revisión y corrección del texto. J.H. Alonso-Briales: revisión y corrección del texto y asesoramiento científico.

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran no tener conflictos de intereses en relación con este artículo.

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